La Maestría en Enfermería de Práctica Avanzada (EPA), que comenzará en febrero de 2022 en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), es un plan de estudios con el gran reto de mejorar esta profesión en México, sostuvo el maestro Juan Gabriel Rivas Espinosa, profesor de esta sede de la Casa abierta al tiempo.
Los actores en el sector salud deben garantizar el mayor nivel de bienestar, incluyendo tratamiento y rehabilitación, por lo cual este proyecto está centrado en la persona y no sólo en el paciente, dijo durante el Primer Congreso Internacional de la Licenciatura de Enfermería con el temaFormación del potencial humano para la práctica avanzada.
El doctorante en educación señaló que “es urgente propiciar el apoyo a las personas, a través de la atención primaria de la salud, para disminuir la afectación de situaciones reales como la mortalidad o enfermedades crónicas. Ello se logra con la promoción, prevención y gestión”.
Los licenciados en enfermería ya poseen elementos de generalidad, pero con este posgrado tendrán las competencias específicas para la práctica avanzada, es decir, el incremento de habilidades y destrezas teóricas, metodológicas y clínicas, que da como resultado un conocimiento experto en ámbitos de primer, segundo y tercer nivel de atención.
Rivas Espinosa enumeró los siete dominios de las competencias centrales: gestión de cuidado, ética, colaboración interprofesional, promoción y prevención de salud, práctica basada en evidencia, investigación y liderazgo.
Al sistematizar la información con la asesoría de expertos internacionales se compactaron en seis los dominios y 46 las competencias para que los programas que surjan de aquí en adelante tomen como eje estos preceptos a desarrollar a través de la formación en un posgrado.
De acuerdo con el profesor del Departamento de Atención a la Salud se ha comprobado la ineficacia y las debilidades del modelo médico de atención, pues hay población en vulnerabilidad con problemas sociales que se han acrecentado por la pandemia, por lo cual son necesarias estrategias para formar personal que dé acceso y cobertura universal a la salud.
“Los egresados de la EPA deberán tener un paralelismo entre formación académica y práctica asistencial, y proyectarla en perspectiva de la profesionalización para atender situaciones reales. La especialidad representará para ellos la construcción de conocimientos dirigidos a un campo específico de la práctica para garantizar que estos saberes teóricos tengan orientación para poder resolver problemas”.
Además la relevancia social de este posgrado es que se requiere investigar y poner en marcha nuevos modelos para mejorar el acceso y la cobertura a la salud; potenciar la atención primaria; fomentar el trabajo multi e interprofesional; implementar competencias, y obtener referencias de personas ya atendidas con estos métodos.
El plan de estudios fue diseñado con un enfoque del sistema modular de enseñanza, se pensó desde hace cinco años por la visión de la UAM para adecuarse a las necesidades sociales. Al identificar debilidades se obtuvieron las fortalezas, por lo cual se decidió que no sólo tuviera un enfoque científico.
El objetivo general es formar maestros capaces de analizar, proponer y aplicar medidas de solución a necesidades de salud de la persona o colectividad, centrado en la atención primaria de salud a través del desarrollo de habilidades de gestión, pensamiento crítico, prácticas basadas en evidencia, ejercicios de liderazgo y empoderamiento dentro del equipo apegados al marco ético y legal.
El propósito específico es formar al alumnado de enfermería altamente calificado para analizar, diseñar, desarrollar y evaluar modelos o programas de intervenciones para el cuidado materno, infantil, adolescente, adulto y adulto mayor, con el fin de dar respuesta a problemas de salud reales o potenciales de la sociedad mexicana, así como la gestión en instituciones en los tres niveles de atención para garantizar el cuidado de calidad.
Durante los dos años de duración de la EPA, seis trimestres, 280 créditos, 14 horas de teoría por 12 de práctica, “adquirirán habilidades y competencias para crear planes de prevención, participar en avances científicos, aplicar la gestión de riesgo en un nivel mayor y ampliar sus conocimientos en diversas herramientas que ayudarán al completo análisis de situaciones y procesos”.
