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Tiffany & Co. una autoridad líder en diamantes

Desde el momento en que abrió Tiffany & Co. como una tienda de artículos de lujo y papelería en la ciudad de Nueva York en 1837, estaba claro que tenía un ojo perspicaz para el diseño.

Un comerciante visionario con una pasión por las gemas más raras y extraordinarias, Charles Lewis Tiffany, estableció el estándar del lujo americano.

Desde el momento en que abrió Tiffany & Co. como una tienda de artículos de lujo y papelería en la ciudad de Nueva York en 1837, estaba claro que tenía un ojo perspicaz para el diseño.

Charles Tiffany continuó redefiniendo el glamour y el estilo con la compara de joyas de aristócratas franceses en la década de 1840. Marcando la primera aparición de grandes piedras preciosas en los Estados Unidos, la prensa tomó nota y lo coronó como el “Rey de los Diamantes”.

En Tiffany, toman las piedras en bruto, de mayor calidad del mundo, y las ponen en manos de los más talentosos cortadores de diamantes, elaborando diamantes que eclipsan a todos los demás.

Estas piedras en bruto son cortadas con una proporción exacta y una artesanía sin procedentes, por los mil 500 artesanos en cinco talleres de corte de diamantes Tiffany en todo el mundo.

La excelencia del corte es considerada obsesivamente para maximizar la vibración, la dispersión y el centelleo -no solo el peso en quilates-. Esto hace que los diamantes de Tiffany sean los más hermosos del mundo.

El corte de un diamante termina cómo el diamante interactúa con la luz y es la única característica que es controlada por las manos humanas. En Tiffany, cortan los diamantes en casa para cumplir con sus estándares excepcionales.

Esto garantiza que los tres factores que impactan en la talla: Proporción, Simetría y Pulido, se mantienen en el estándar de excelencia de Tiffany, haciendo que el diamante sea lo más brillante posible.

-Cortar los diamantes en bruto ellos mismos, no sólo asegura que sus estándares superlativos se cumplan, sino que les asegura sus orígenes éticos y la cadena de custodia desde el momento en que sus diamantes son desenterrados a lo largo de su viaje hacia las gemas pulidas y los diseños finales.

-Valoran la trazabilidad y la importancia de conocer el origen o la procedencia de sus diamantes, desde el momento en que se desentierran. Por eso obtienen los diamantes en bruto sólo de minas conocidas y de fuentes de países que participan plenamente en el Sistema de Certificación del Proceso Kimberley.

-Sus operaciones internas de corte y pulido y la cadena de suministro integrada verticalmente les permite avanzar aún más en sus compromisos de trazabilidad y sostenibilidad, líderes en la industria, con sus clientes.

Su exclusivo modelo de integración vertical les ayuda a mantener un entorno de trabajo seguro, saludable y acogedor; contribuir a las economías locales y mejorar la trazabilidad.

Tienen sus propios talleres de corte y pulido de diamantes, donde pagan un salario digno, proporcionan formación y oportunidades de desarrollo, y contratan a la mayoría de sus empleados de las comunidades locales.

En 2019, mejoraron sus enfoques de transparencia a través de su Iniciativa de Trazabilidad de Diamantes, que comparte con sus clientes la procedencia -región o países de origen- de todos los diamantes de nueva procedencia y registrados individualmente (0,18 quilates y más).

En los últimos 15 años, han aplicado una estrategia que les proporciona un sólido proceso de cadena de custodia para sus diamantes, en parte porque tienen una supervisión directa de sus propios talleres de corte y pulido de diamantes, lo que les permite controlar el origen y las condiciones.

Mantienen altos estándares de calidad y de prácticas sociales y medioambientales. Por ejemplo, han presionado durante mucho tiempo para ampliar la definición del Proceso Kimberley de diamantes “libres de conflictos”, para proteger los derechos humanos y el medio ambiente.

Cuando obtienen sus diamantes, van más allá del Proceso de Kimberley, pidiendo más a sus proveedores, incluso a través de su Protocolo de Garantía de la Fuente de Diamantes.

Fotos: Archivo

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