Los programas ambientales para el manejo sustentable de los bosques no han tenido el éxito esperado en la conservación del ecosistema, ya que obedecen principalmente a decisiones impuestas desde los gobiernos federal y estatal a las zonas rurales de México, advirtió Iván Ruiz Sánchez, egresado de la Licenciatura en Geografía Humana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En el XXXVIII Encuentro Nacional de Estudiantes de Geografía, el geógrafo formado en la Unidad Iztapalapa señaló que la declaratoria de reserva ecológica ha sido impuesta a las comunidades sin considerar el contexto social ni la participación de los ejidatarios, además que los pagos que recibe la comunidad por los servicios ecosistémicos sólo mercantiliza y erosiona la organización tradicional, así como la relación de la población con su entorno geográfico.
Por tanto, propuso considerar plataformas de negociación con diversas propuestas para preservar los bosques donde participe como elemento central la comunidad y el gobierno sea un apoyo eficaz y se apliquen estrategias regionales que no segmenten en microcuencas o microrregiones.
“Resulta conveniente que las políticas públicas fomenten el carácter cooperativo de las comunidades forestales y pongan énfasis en el capital humano y social, así como reconocer el trabajo de los ejidatarios que son los que conservan los bosques”, detalló al presentar su investigación Análisis de dos programas ambientales para el manejo forestal en el ejido La Mesa Municipio de San José del Rincón. Un estudio de caso en la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca.
El objetivo de la investigación fue ubicar los programas que se aplican y la participación de los ejidatarios en la conservación, para lo cual realizó entrevistas a los habitantes en el contexto de las limitaciones impuestas por la pandemia de COVID-19.
En mil 600 hectáreas, el ejido La Mesa cuenta con tres mil 840 habitantes y es considerado con un alto grado de marginación, además que en la región no existen centros industriales. La tenencia de la tierra es la propiedad ejidal, dotada por resolución presidencial en 1993 y 1998.
En su investigación, Ruiz Sánchez analizó los programas Mecanismos de pago por servicios ambientales a través de fondos concurrentes y el proyecto de Aprovechamiento forestal y determinó que los fondos concurrentes son aportados a través de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y en el caso de La Mesa desde 2008 se entregan 382 pesos por hectárea.
El aprovechamiento forestal se realiza mediante un programa de corte de árboles de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) diseñaldo para evitar el uso desordenado de los recursos forestales.
Este segundo programa tiene buena aceptación de la población porque les reditúa más recursos económicos que los fondos recurrentes, aunque hace falta capacitación a los pobladores para mejorar el aprovechamiento de los recursos.
Aurora Beatriz Arellano Sánchez, estudiante de geografía de la Universidad de Guadalajara, indicó que desde la disciplina es posible analizar el desarrollo de las comunidades en relación con el turismo.
Al presentar el trabajo El turismo y su impacto económico en el sector empresarial del Pueblo Mágico Teúl de González Ortega, Zacatecas, explicó que a partir de la declaratoria y el auge del turismo se pudo revertir un proceso de descenso poblacional en el municipio.
Para el estudio fueron elaborados una base de datos, un sistema cartográfico y se realizó un levantamiento censal de los servicios que se ofrecen al turismo. El método geográfico aplicado consideró las interrelaciones entre las diversas variables socioeconómicas y las conexiones del ser humano con la naturaleza.
Arellano Sánchez concluyó que si bien el turismo puede ser una alternativa viable para contener la migración a la par de ofrecer una opción económica para la población local que participa en la atención de los visitantes, el pueblo aún no se ha consolidado como destino turístico importante y sus servicios carecen de articulación.
“La población aún no percibe la importancia de haber sido nombrado Pueblo Mágico, a lo que se suma la actividad débil del gobierno y el interés de los empresarios por obtener ganancias inmediatas, por lo que la actividad se encuentra fragmentada y existe una relación espacial escasa entre los habitantes”, concluyó.
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