Cultura

Positiva (+), cortometraje de Erika Corona dedicado a las víctimas del COVID-19

Es de su autoría, lo mismo que la dirección, y contó con la asesoría del cineasta oaxaqueño para su realización, Rigoberto Perezcano.

Positiva (+), es el título del cortometraje de la estudiante de viola de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh), Erika Marlene Corona Sorroza, en memoria de las personas que han muerto por COVID-19. El cine y la música son las dos pasiones de la joven.

El guion de su ópera prima es de su autoría, lo mismo que la dirección del mismo, que contó con la asesoría del cineasta oaxaqueño para su realización, Rigoberto Perezcano.

El cortometraje está inspirado en cómo vive un músico esta época de contingencia, sus emociones, sus frustraciones, siendo que estaba acostumbrado a las presentaciones en vivo y con público, actividades que hoy día no puede hacer.

“Quiero que la gente conozca un poco del trabajo musical, la perspectiva de un músico en esta pandemia; y también dar gracias porque siempre podríamos haber vivido esta pandemia de una manera peor”, apuntó. 

De igual forma, continúa: “Darnos cuenta de lo afortunados que somos y cuán diferente puede ser el mundo o la vida de una persona a otra; desde cómo nos sentimos a veces miserables estando en este encierro y con incertidumbre; pero, a la vez, dándonos cuenta de que si contamos con un techo, con un hogar, en otra parte del mundo la están pasando peor”, subrayó.  

Erika es originaria del estado de Oaxaca e integrante de la OECCh (grupo adscrito al Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría de Cultura) desde septiembre de 2018.

A raíz de la pandemia,  Erika regresó a la capital oaxaqueña donde se enteró del concurso y quiso participar “para aprender a incursionar en algo como el cine, que me encanta y porque es una herramienta que se está utilizando mucho esta época de encierro; además de que depende de qué tan bien recibido sea este cortometraje, es una motivación más para enfocarme en ello, sobre todo desde la música”, comentó.

Como estudiante de la Licenciatura impartida en el Sistema Nacional de Fomento Musical e integrante de la Orquesta Escuela Carlos Chávez, en este trabajo cinematográfico la violista de 24 años de edad ha aprovechado la formación académica y artística que se le ha brindado: “especialmente cuando musicalizamos en vivo una película de Silvestre Revueltas (¡Qué Viva México!, octubre de 2019), me di cuenta de que la música no puede faltar en un film y yo quiero que el espectador la sienta. Si yo puedo hacer una historia y también ponerle la música que deseo y así generar una sensación en otras personas, es un reto maravilloso”, afirmó.

Es por eso que la música de este corto fue especialmente pensada, por ejemplo, la pieza La vía, de Kjell Marcussen, se trata de una obra que “por una razón u otra no podía tocarla, por situaciones de último momento que me lo impedían. No pude tocarla en un recital, tampoco en una clase maestra porque se retrasó un vuelo; y sabía que justo esas sensaciones eran las que se viven en estos días de pandemia y que quedaban muy bien con la historia”, explicó.

El guion de este cortometraje fue escrito en una noche y una vez seleccionado, la reescritura tomó un par de días adicionales y fue filmado en una semana. En el proceso contó con la asesoría del escritor, productor y director de cine, autor de las películas Norteado y Carmín Tropical, Rigoberto Perezcano. La producción y edición estuvo a cargo de Saúl Corona (Sack), hermano de Erika.

“Creo que, de alguna forma, el arte ha sido subestimado muchas veces, porque uno no sabe lo que hay detrás tanto en la música como en horas de estudio; la inversión en la adquisición de un instrumento; el poder tener al menos una computadora con la cual trabajar las ediciones. Incluso aprender que, para este trabajo audiovisual, hay que grabar todo el sonido aparte, fue algo muy nuevo y muy bonito que ahora ya conozco”, dijo.  

El guion fue uno de los cinco ganadores de la Convocatoria “El encierro en corto” organizado por la Secretaría de las Culturas y Artes del estado de Oaxaca, y en cuyas bases se establecía la realización de un guion original para la producción de un cortometraje con duración máxima de cinco minutos y grabado en calidad HD, además de recibir asesorías de la mano del cineasta oaxaqueño Rigoberto Perezcano.

Fotos: Cortesía

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