Metropoli

Niño Dios Gigante estará hasta el 6 de enero en la Macroplaza Iztapalapa

Como parte del programa de actividades para festejar Navidad y el inicio de un nuevo año, la Alcaldía Iztapalapa exhibe desde el pasado 20 de diciembre en la Macroplaza del Jardín Cuitláhuac, al “Niño Dios Gigante”, escultura monumental muy esperada por la gente y la cual estará hasta el 6 de enero de 2022 en un horario de 10 a 21 horas.

Después de esta fecha, se resguardará para aparecer el Día de la Candelaria, el 2 de febrero, según lo marca la tradición.

Creada en 2013 por la familia de artesanos Gómez Reséndiz, esta obra fue hecha totalmente a mano, pesa media tonelada (500 kg), mide cuatro metros de largo y 2.5 metros de ancho. Fue el primer Niño Dios más grande del mundo, aunque posteriormente la pieza fue replicada en otros lugares del país con dimensiones mayores. Orgullosamente hecho por mexicanos en Iztapalapa. 

De acuerdo a la familia de artesanos y el colectivo Raíces de la Fe, fue creado con el fin de preservar las costumbres y tradiciones así como exaltar el verdadero significado del nacimiento del niño Jesús y al mismo tiempo brindar un mensaje de paz, amor, tolerancia y fraternidad. Esta pieza es facilitada al gobierno de la Alcaldía Iztapalapa para mostrarlo en las fiestas navideñas, ya que es un niño peregrino que recorre pueblos en fiestas patronales de la demarcación.

Para su elaboración, se empleó un esqueleto de acero recubierto de alambre y metal que dio forma a los huesos interiores, cubiertos con una pasta y resina epóxica tallada a mano; para los ojos se utilizó resina cristal; sus pestañas son de crin de becerro.

En su creación participaron más de diez escultores y en el diseño del pesebre y accesorios como la silla, la corona y el vestuario, se involucraron  cerca de 20 diseñadores.

Como dicta la tradición social y religiosa, el Niño Dios Gigante se vestirá y sentará el Día de la Candelaria, el próximo 2 de febrero. Para este 2022, será vestido de “El príncipe de la paz y salud”, debido a la pandemia por Covid-19 que aún vivimos. 

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