Cultura

Cáncer de mama en perras y gatas ¿Cómo detectarlo?

Ciencia UNAM-DGDC

Existe mucha información respecto al cáncer de mama en humanos, sin embargo, a veces se encuentra poca información de esta problemática de salud en perras y gatas; al ser mamíferos también son propensas a desarrollarlo.

El cáncer mamario tiene varios tipos, el más común es el carcinoma mamario. Casi el 50% de los tumores de mama en perras y gatas son malignos, es decir, cáncer, refiere el doctor Alejandro Cervantes Arias, de la Asociación Mexicana de Oncología Veterinaria, durante un encuentro virtual organizado por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia UNAM.

Si eres dueño o dueña de alguna cuadrúpeda, es importante saber que la incidencia de presentar este tipo de tumores malignos es mayor en perras y gatas enteras, es decir, aquellas que no han sido esterilizadas o que no se han sometido a este procedimiento desde una edad temprana.

La incidencia en desarrollar tumores en las glándulas mamarias en una perra esterilizada antes del primer celo es menor al 0.5%, el riesgo sube hasta el 8% después del segundo celo y después del tercer celo se eleva al 26% de probabilidades. “1 de cada 4 perritas va a tener tumores de cáncer de mama si no se esterilizan desde chiquitas”, alerta el especialista.

La esterilización no solo es una de las mejores estrategias para reducir el riesgo de cáncer de mama, también disminuye la posibilidad de que los canes y mininos desarrollen:

Cáncer Cervicouterino

Cáncer Testicular

Cáncer Escrotal

Cáncer Perineal

Cáncer Colo-rectal

TVT canino (Tumor Venéreo Transmisible canino)

“Aunque un tumor mamario sea benigno puede cambiar su comportamiento biológico y convertirse en maligno. Cualquier tumor debe retirarse sin importar su tamaño”. Por ende, no hay que mantenerlo en observación, no importa el tamaño de éste, debe ser retirado, si algún especialista recomienda lo contrario, es mejor cambiar de veterinario/a y consultar una segunda opinión”, asegura el médico.

  • El cáncer mamario en animales es distinto en las mujeres, principalmente por la anatomía, ya que las mujeres tienen dos glándulas mamarias, mientras que, generalmente, las perras tienen 10 y las gatas 8 tetillas.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico del tumor mamario debe iniciar en la clínica; este comprende una revisión visual y táctil y el análisis de la historia clínica de la paciente, en esta última, deben mencionarse y registrarse los detalles sobre si hay dolor o secreción.

El médico veterinario debe hacer un examen físico general, y posteriormente revisar detalladamente todas las glándulas mamarias y determinar si hay presencia de uno o varios nódulos; esta revisión consiste en acostar a la perra o gata con las extremidades extendidas y palpar desde las axilas hasta las ingles. 

La palpación ayuda a determinar el número de tumores, su tamaño, características y glándulas afectadas.

Asimismo, es importante revisar otros órganos internos por medio de pruebas de imagenología (estudio radiográfico y ultrasonido) para descartar o confirmar metástasis.

Es indispensable descartar metástasis pulmonar a través de un estudio radiográfico de tórax; esto se hace por medio de tres proyecciones, es decir, tres radiografías del lado izquierdo, derecho y frontal de la paciente en cuestión, a este proceso se le conoce como estadificación. 

Una vez llevado a cabo los procedimientos básicos de diagnóstico es pertinente decidir realizar o no una cirugía. Para ello es importante estadificar y determinar la etapa clínica en la que se encuentra la paciente.

De esta forma es posible detectar si hay metástasis o no, antes de tomar decisiones terapéuticas. Las etapas clínicas son cinco, y se refieren al tamaño de los tumores, al involucramiento de linfonodos (metástasis regional) y a la diseminación a otros órganos (metástasis distante). Así el médico puede optar por realizar una mastectomía simple, regional o una radical.

Después de retirarlo, debe enviarse la muestra celular con el patólogo para determinar el nivel de agresividad y por ende, el tratamiento que continuará el proceso de sanación.

La quimioterapia por ejemplo, se sugiere en casos donde se detectaron tumores con alto grado de agresividad o de gran tamaño; sin embargo, aclara el doctor Alejandro Cervantes que esta técnica puede disminuir las afectaciones del cáncer mamario y su metástasis, pero el riesgo de progresión de la enfermedad sigue estando presente, muy similar a los que sucede en humanos.

Por lo anterior, el doctor Cervantes recomienda a las y los propietarios de perras y gatas con antecedentes de cáncer mamario crear un programa de chequeos de manera periódica, trimestral, semestral o anual con un médico veterinario para realizar pruebas de laboratorio, un estudio radiográfico de tórax y un ultrasonido abdominal. Estas medidas son la mejor forma de prevenir la metástasis.

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