Dicen que al 2 de febrero se han cumplido los 40 días desde el nacimiento del Niño Dios, de acuerdo a las creencias antiguas era hora de la purficiación de la parturienta.
Aunque la tradición se fue adecuando a las culturas de los países donde se practica el catolicismo, como en México, donde, según fray Bernardino habían pasado días de malagüero, había que pruficarse y entrar al año nuevo renovados.
Con el paso de los años las tradiciones y las constumbres han ido modificando al mexicano, hasta llegar a nustros días cuando la celebración es el 2 de febrero.
Así, quienes sacaron muñeco en la rosa del 6 de enero deben pagar los tamales.
Y un poco atrás queda el vestir al niño Dios para este levantamiento.
Quienes conservan esta tradición buscan un ropón y lo entregan para vestir al niño, que será costado de nuevo hasta el próximo 24 de dicimbre.
Además, indica la religión católica la vestimenta debe ser blanca completamente, porque es un niño, de alma alba y pura.
Pese a todo ahora se ha inventado vestirlo de todo, de ahí que hay confecciones de niño doctore, niño futbolisto, niño estudiante, niño trabajador y hasta niño huachicolero, según las necesidades del católico que lo tenga.
Sea una u otra cosa vestir al niño Dios es algo que no desaparece, únicamente se transforma en nuestra sociedad.
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