Desde la eliminatoria para el mundial de Brasil, México no jugaba tan mal, y parecía que la historia se estaba repitiendo.
Por Carlos De Marcelo Balderas
El día de ayer, 2 de febrero, el seleccionado tricolor se presentó en la cancha del Estadio Azteca para recibir a su similar de Panamá y avanzar en la lucha por la clasificación a la copa del mundo.
El ambiente se percibía triste para los dirigidos por el “Tata”. El partido contra Costa Rica no dejó buenas impresiones, el partido contra Jamaica se ganó a duras penas, y los encuentros contra los vecinos del norte no terminaron bien.
Desde la eliminatoria para el mundial de Brasil, México no jugaba tan mal, y parecía que la historia se estaba repitiendo.
Raúl Jiménez volvió a aparecer en el once inicial, pero una vez en la cancha, erró varias veces frente al arco. El cuadro que Martino envió al terreno de juego no estaba fino en los pases; se perdían las posesiones del balón fácilmente y se desperdiciaban las jugadas de peligro al frente.
El primer tiempo de la Selección Mexicana dejó mucho que desear.
Ya en la segunda parte México insistió más, pero la portería parecía inquebrantable. México terminó anotando un gol que resultó anulado por haber cruzado en su totalidad la línea que marcaba el límite del terreno de juego, al momento del pase de gol.
En la parte final, una intensa jugada en el área chica de los panameños hizo que Diego Lainez provocara un penal, en favor de los mexicanos.
La decisión arbitral de marcar el penal hizo que propios y extraños dudaran de la decisión que había tomado el colegiado, ya que en las repeticiones se podía observar que el jugador panameño que le hizo la “falta” a Lainez, en ningún momento hizo un contacto de fuerza como para provocar el penal.
Al final, Jiménez fue el encargado de anotar el gol por vía penal que vencería a Panamá.
Fotos: Tomadas de la cuenta de la Selección en Facebook
