Discutieron fortalezas y retos del nuevo currículum propuesto por la Secretaría de Educación Pública (SEP)
Académicos y académicas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP), discutieron las fortalezas y retos del nuevo marco curricular y plan de estudios 2022 de educación básica propuesto por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Así lo hicieron en la mesa de análisis Nuevo marco curricular y plan de estudios, convocada por Educación Futura, el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la IBERO, el Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas (CEA MOPE) del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y la CNEP.
El Dr. Luis Medina Gual, coordinador del Doctorado Interinstitucional en Educación de la Iberoamericana, expuso que el nuevo marco curricular y plan de estudios 2022 de educación básica es un documento vasto que se estructura en tres grandes apartados: primero, acerca de los fundamentos filosóficos y epistemológicos; segundo, sobre la estructura curricular; y tercero, un aterrizaje en lo didáctico, en lo que se va a vivir en el aula.
Al detallar los apartados, el doctor dijo que el de fundamentos inicia hablando de la situación origen y con un análisis diagnóstico en el que se discute el pensar a la educación como un derecho humano. “Eso es interesante, tanto que entiende a la escuela pública como un principal espacio de transformación paulatino”.
En este apartado también se muestran algunas condiciones actuales del sistema educativo, y se hace una relación histórica de las diferentes reformas curriculares y lo que detonaron éstas. Entre algunas cosas que se mencionan figuran: el privilegio del libre mercado, el demérito de la figura docente, la fragmentación del currículum “y demás problemáticas que identifica, yo creo que, de manera interesante, el documento”.
De igual manera, define una propuesta curricular, que parte de la diversidad, un aprendizaje como un hecho histórico y cultural, un currículum como una herramienta de inclusión fundamental de igualdad y diversidad, una intención de revalorización del magisterio y una función diagnóstica y formativa de la evaluación.
En el segundo apartado, el de la estructura curricular, contempla: la comunidad como eje articulador de los procesos educativos; un perfil de egreso que privilegia diferentes elementos, como el autoconocimiento, el intercambio de ideas y perspectivas, y el diálogo; el cuidado del medioambiente; la identidad individual, colectiva y nacional; y la interpretación de fenómenos y hechos.
También habla acerca de los siguientes ejes articuladores: inclusión, pensamiento crítico, interculturalidad crítica, igualdad de género y vida saludable. Y todo el currículum parece articularse en cuatro grandes campos formativos: lenguajes; saberes y pensamiento científico; ética, naturaleza y sociedad; y lo humano y lo comunitario. En este apartado se menciona a los proyectos interdisciplinarios como elementos articuladores que permitirán la concreción del currículum.
Y en el tercer apartado, concerniente a lo didáctico, se plantea un programa analítico. En la parte de qué enseñar, define básicamente tres elementos: contenidos, diálogos y progresiones de aprendizaje.
En estas progresiones de aprendizaje, destacó Medina Gual, se plantean fases -como en algunos currículums nórdicos-, es decir, hay una articulación entre primero y segundo de primaria, como una primera fase; luego una entre tercero y cuarto, quinto y sexto; y una tercera, en que se articula toda la secundaria. Y también se menciona el cómo enseñar e incluye algunas orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación.
