El diputado del PRI Fausto Zamorano Esparza presentó al Pleno del Congreso de la Ciudad de México una Iniciativa para promulgar la Ley de Movilidad Sostenible en la capital del país, ordenamiento que garantizará el derecho a la movilidad en las vías públicas para los usuarios de cualquier tipo de medio de transporte no contaminante.
El documento expresa que los principios rectores de la Ley serán la tutela del derecho de las personas a una movilidad segura, accesible, incluyente, cómoda, rápida y no contaminante; la promoción de la salud y la práctica del deporte a través del uso de la bicicleta y otros medios de transporte alternativo al automotor
También la protección de los ciclistas y usuarios de otros medios de transporte alternativo al automotor; la construcción de un sistema de transporte que sea sustentable, sostenible, eficiente, económico y moderno, además de incluir a la sociedad en el mejoramiento ambiental.
De la misma manera, la normatividad se basa en una Pirámide, que es una referencia gráfica sobre la preferencia vial que tienen todos los medios de transporte que circulan en la ciudad. En la cima están los peatones, después los usuarios de medios de transporte no contaminantes, como las bicicletas, seguido de los operadores del transporte público y vehículos de emergencia, luego los operadores de transporte de carga, y, finalmente, los vehículos automotores particulares.
Prevé, asimismo, que en cada ejercicio fiscal, el Presupuesto de Egresos de la Ciudad de México deberá contener un fondo que coadyuve en la instalación de infraestructura para la circulación de todo tipo de medio de transporte no contaminante.
En el articulado se establece que las alcaldías, y la Jefatura de Gobierno, a través de la Secretaría de Movilidad, la Secretaría de Educación, la Secretaría de Medio Ambiente y las demás que considere pertinentes, promoverán programas de promoción y fomento al uso de todo tipo de medios de transporte no contaminantes, que manifieste las bondades y beneficios de utilizarlos.
En su argumentación, el legislador mencionó que en los últimos 30 años en México, el crecimiento de la población y la mala planificación urbana han provocado el congestionamiento de las grandes urbes. Un ejemplo es la Ciudad de México, que, de acuerdo con el Índice de Tráfico de Tom Tom (fabricante de sistemas GPS) en 2019 obtuvo el primer lugar de 295 ciudades en congestión vehicular. De hecho, trasladarse en la Ciudad de México implica invertir 59% más del tiempo estimado, porcentaje que aumentó considerablemente hace dos años al subir a 66%1.
También citó que entre 2010 y 2020, el parque vehicular en el país aumentó de 31.6 a 47.8 millones de vehículos. La tendencia de introducir mejores motores, entre ellos los eléctricos, no parece compensar el hecho de que cada vez haya más automóviles circulando, en especial cuando tenemos en México casi 400 vehículos por cada 1,000 habitantes.
Zamorano Esparza señalo que la violencia vial es un problema que parte del desconocimiento de las reglas de tránsito, y la falta de empatía con los usuarios más vulnerables dentro de la pirámide vial. Este tipo de violencia, dijo, se traduce en imprudencias viales y conductas agresivas que pueden llegar a producir situaciones de riesgo, accidentes e incluso muertes.
La Iniciativa fue turnada para su análisis y posterior dictaminación a la Comisión de Movilidad Sustentable y Seguridad Vial.
