Ciencia y tecnología

Reúne la comunidad de la UAM Xochimilco 4 toneladas de residuos electrónicos y eléctricos

Después de dos años de no realizarse debido a las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19, cerca de cuatro toneladas de residuos electrónicos y eléctricos fueron recolectados durante los cuatro días de operación del programa Reciclatrón 2022 realizado en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El doctor Francisco Javier Soria López, rector de esa sede universitaria, recordó que estas jornadas de acopio se vienen realizando de manera conjunta con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) del Gobierno de la Ciudad de México desde hace 14 años, aunque se vieron interrumpidas por la pandemia.

“La crisis sanitaria nos interrumpió, pero la estamos retomando ya en el presente trimestre porque es importante generar una cultura del reciclaje y comprometernos a cambiar nuestras formas de pensar y de actuar para contribuir a reducir el impacto que generamos a nuestros entornos”.

Al clausurar las actividades del programa –que se celebró del lunes 25 al jueves 28 de abril– Soria López subrayó que reciclar y desechar adecuadamente los residuos electrónicos y eléctricos es un deber que se tiene que asumir con mucha conciencia, “dado que nuestra forma de vida actual tiene altos impactos sobre el medio ambiente”.

Por ello, instó a la comunidad universitaria y población en general a no perder de vista las consecuencias de sus actos, dado a que este tipo de desechos contienen sustancias altamente tóxicas y nocivas para el ambiente y los seres vivos, entre ellos mercurio, cadmio, cromo, vidrio de plomo –denominados contaminantes orgánicos persistentes– que pueden producir cáncer, alergias, hipersensibilidad, daños al sistema nervioso central y periférico, así como trastornos al aparato reproductivo, entre otras afectaciones.

El Rector de la Unidad abundó que en el mundo cada año se generan cerca de 53 millones de toneladas de residuos de este tipo y se espera que para 2030 se eleve a cerca de 57 millones de toneladas métricas.

Si bien con la nueva tecnología “estamos acostumbrados a usar computadoras, teléfonos celulares y un sinfín de aparatos que nos han hecho la vida más cómoda y nos han permitido, por ejemplo, transitar en esta pandemia para seguir comunicándonos y mantener la docencia e investigación, también debemos ser conscientes de sus consecuencias negativas en nuestro día a día”.

Soria López exhortó a la comunidad a reducir el impacto, reutilizar y reciclar, que si bien se trata de conceptos distintos tienen que confluir “puesto que por el volumen de desechos a nivel global debemos tener una visión integral, ya que en la actualidad tan sólo 17 por ciento es acopiado y reciclado adecuadamente, en tanto que 83 por ciento sigue siendo tirado de manera inadecuada”.

La doctora Mayra Nieves Guevara, responsable de Universidad Sustentable de esa sede, destacó la importancia de este tipo de acciones, “que buscan no sólo llevar a cabo un acopio de residuos electrónicos y eléctricos, sino construir una cultura de reciclaje y fomentar un consumo responsable entre nuestra comunidad universitaria, así como en nuestro entorno”.

El licenciado Luis Miguel Arévalo Ahuja, coordinador del programa de la Sedema, felicitó a la UAM por traer el Reciclatrón en momentos en que los electrónicos se han ido acumulando, si bien ante la emergencia sanitaria éstos también “nos ayudaron a conectarnos y mantenernos en activo en la academia y en la vida laboral”.

Una problemática importante es que muchos de estos aparatos tienen una obsolescencia programada y una vida útil más corta, por lo que en la Ciudad de México se está impulsando una Ley de Economía Circular, que fomenta el reciclaje de los componentes para formar un ciclo de reaprovechamiento, “porque queremos generar conciencia entre la población en torno al consumo y a que no elimine este tipo de dispositivos tan rápido”.

Al dictar la conferencia Reciclatrón. Nueve años de una experiencia de educación ambiental para el manejo correcto de las RAEE, Arévalo Ahuja expresó que más allá de sólo buscar recopilar esta clase de desechos “este es un programa educativo que busca abundar sobre estos temas y transmitir el mensaje a las familias y amigos”.

Este tipo de acopio representa ahorros en agua, combustible y emisiones de gases a la atmósfera, ya que tan sólo una pila de reloj tiene la capacidad de contaminar hasta 400 litros de agua.

El funcionario refirió que a través del programa Reciclatrón han sido atendidas 72 mil familias y dos mil 400 empresas, obteniendo mil 834 toneladas de desechos electrónicos y eléctricos, por la cual las autoridades de la ciudad planean estrategias para llevarlo a unidades habitacionales e iglesias, entre otras locaciones.

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