México

Descansa en paz, Luis Enrique; aquí, los demás nos quedamos sin ella: Hana Okamura

Ayer lo alcanzaron. Ayer lo golpearon. Ayer lo mataron.

CULIACÁN, Sin.- Hana Okamura envió un WhatsApp, en el que manifiesta su sentir no solo por el asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez, quien fue su alumno, sino también por la falta de seguridad para los comunicadores que tocan críticamente asuntos políticos.

“Hoy tengo dolor, mucho dolor. También tengo desconcierto y asombro que todavía no me permiten  dar paso a la rabia que corresponde.

Luis Enrique Ramírez fue mi alumno durante su formación como periodista. Desde el inicio,  tenía clara y firme su vocación. Quería escribir bien, investigar profundo y narrar con creatividad.

Lo consiguió. De ello dieron cuenta El Financiero, El Nacional, La Jornada, Reforma, Claroscuro, Milenio, así como la prensa sinaloense. 

Los múltiples premios que recibió, también lo avalan.

Poniatowska ha dejado por escrito su admiración por su quehacer y por su persona. Elena, el Pollo y yo  -en su momento, jurados del certamen- votamos por él para que ganara el Premio de Periodismo del Festival Culural Sinaloa.

Luis Enrique encontró a Chavela Vargas cuando todos la creían ya muerta; publicó una imagen completa de Elena Garro. Luego se dedicó a develar otro tipo de secretos.

Intelectual inquieto como era, tomó el tema de la política. Lo veía necesario.  Como le fue necesario hace diez años, refugiarse en la Ciudad de Mexico bajo la protección de la asociación internacional «Artículo 19». Había que conservarse vivo.

Encontró la manera de seguir escribiendo, fundando el portal Fuentes Fidedignas.

Luis Enrique era sereno, mesurado, educado y guardado para si mismo.

Ayer lo alcanzaron.

Ayer lo golpearon.

Ayer lo mataron.

A pesar de la espantosa frecuencia con la que ésto sucede, yo todavía me asombro.

Me duele mi País.

Me duele mi Estado.

Me duele mi pueblo.

Me duele Luis Enrique, «el Rayito», para nosotros sus compañeros y msestros.

Descansa en paz, Luis Enrique. Aquí, los demás nos quedamos sin ella.

Insisto: me duele”.

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