Columnas

OBISPO ACUSA A GANSO

Por: MIGUEL A. ROCHA VALENCIA

Más le valdría al mesías tropical agachar la cabeza y aceptar las peticiones, que no reclamos, de enderezar su “política” de seguridad que afecta a los más necesitados y tiene convertido al país en un cementerio donde las masacres no son de risa sino de alarma, luego de que, en menos de cuatro años, ya cobraron la vida de más de 125 mil mexicanos.

La violencia es tan dramática que desde diversos sectores se alzan voces, algunas tan autorizadas como la del doctor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano quien luego de encabezar una caminata por la paz le dijo al profeta de la 4T que su política de abrazos no balazos es “demagogia y complicidad”.

Encontró el mesías una de las voces más autorizadas y firmes de la iglesia católica ya que Castro no sólo es uno de los más preparados de la jerarquía católica, sino además conoce la pobreza tan de cerca como lo hacen los habitantes de Zambia, Malawi, Angola, Ucrania o Venezuela.

Ejerce su ministerio en uno de los estados más golpeados por la delincuencia y desde ahí alzó la voz para mediante un decálogo, decirle al caudillo de Tepetitán que no es sino un demagogo y que su inacción contra el crimen es una forma de complicidad con los asesinatos, marginación y olvido que se vive en distintos puntos del país donde el crimen organizado no sólo asesina, trafica o envenena, sino también somete a sus habitantes con el yugo de la violencia y explotación.

La pasividad que muestra el profeta cuatrotero es una claudicación a la responsabilidad constitucional que lo obliga a actuar para otorgar seguridad y paz social a los gobernados.

El mismo Ricardo Monreal a pesar de “cuidar” no confrontarse con el profeta, advierte que deben hacerse cambios y reconoce que, aun así, una estrategia integral tardará años en dar resultados.

Pero si no es por esa razón, el machuchón de Palacio Nacional, entregado hoy a festejos y lisonjas de sus súbditos, debe actuar para detener la masacre ya que si bien, las encuestas dicen que tiene un alto nivel de aceptación por “sus buenas intenciones”, el 52 por ciento de los mexicanos considera que la política de “abrazos no balazos”, ha provocado más violencia por la impunidad que implica y debe ser cambiada.

No se olvide que de buenas intenciones está pavimentado el camino del infierno y de eso le sobra al ganso macuspanense quien se tiene ganado el 41 por ciento de desaprobación porque “no me representa” y que la inseguridad se convierta en la principal preocupación de los mexicanos, seguido de la economía.

El Reporte de Gobernabilidad a junio afirma que la perspectiva a futuro sobre la situación económica familiar cayó en 15 por ciento y hoy es más del 10 por ciento quienes consideran que vamos por el rumbo equivocado.

Y aunque la mayoría de los encuestados piensa que el peje realiza o tiene intenciones de hacer cosas buenas, hay temas como el Tren Maya y Seguro Popular, donde el índice de reprobación alcanza el 70 por ciento.

Respecto al gasto, a pesar de la “pomposa inauguración” de la refinería de Dos Bocas, hay gran sorpresa porque la estructura conlleva un gasto superior (hasta el momento) de cuatro mil millones de dólares más y de los ocho mil ponderados que se aceptaron hace un año, hoy reconoce la autoridad un sobre ejercicio que alcanza los 12 mil millones de dólares, sin posibilidad de procesar un solo barril de crudo en al menos dos años más en los cuales se considera que el sobregiro será mucho mayor.

A ello se suma el hecho de que Paraíso, la localidad donde se asienta la fábrica, dejó de serlo pues conlleva la destrucción de manglares, esteros, ecosistemas de agua dulce y selva y acabó con el paisaje de la zona.

De vuelta al tema de inseguridad, el fin de semana se reportaron nuevas masacres, agresiones a fuerzas armadas, bloqueos, incendios y aunque en algunos casos hubo respuesta tímida de la autoridad, prevaleció la impunidad incluso en regiones donde no se reportaba violencia como Querétaro y en otras como ya es cotidiano, se soltaron balaceras como Uruapan en Michoacán y zonas de Guerrero.

Bueno hasta en tierra donde domina un solo cártel, como le gusta al caudillo, hubo actividad delincuencial con retenes, muertos y mucha violencia, como en Sonora, donde ni el desierto de Altar se salvó, especialmente en la ruta que marca el tráfico de drogas, personas: Sonoyta con su frontera Lukeville, la puerta a la zona más árida de Arizona.

Por eso ahí se da una de las batallas más encarnizadas pues quien controla esa franja que llega hacia el Pacífico hasta Mexicali y al este con Piedras Negras, tiene bajo su férula todo lo ilegal que por ahí pasa hacia el mercado estadunidense de personas y drogas y a México con armas, dinero y todo tipo de contrabando.

Los enterados dicen que de los muertos en esa amplia zona que abarca Baja California a Coahuila poco se sabe pues el secreto lo guarda el desierto, aunque luego se tienen noticias como el fin de semana, de la violenta disputa.

Por lo pronto y como no habrá cambios, continuará la sumatoria de muertos que para algunos llegará a cerca de 175 mil antes de concluir este sexenio.Veremos.

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