Columnas

SIN SALIDA

Por: MIGUEL A. ROCHA VALENCIA

Duele hablar del fracaso de la 4T porque es el relato de la tragedia de un Méxicoque creyó en un profeta que prometió un cambio para bien y resultó todo lo contrario; un ganso que encontró en los errores y crímenes de los “de antes” que lo encaramaron en el poder, la justificación de sus mentiras, incapacidades, revanchas y su propia derrota como gobernante.

Lastima ese fracaso porque lo pagamos los mexicanos con sangre, miseria, angustia y decepción. Lo más doloroso es que aún falta mucho para que esta pesadilla llamada cuarta transformación termine y lo peor es que podría continuar si millones de mexicanos aceptamos una limosna a cambio de nuestro voto y no se presenta una alternativa con el tamaño suficiente para sacarnos del hoyo.

Por lo pronto el corto plazo se ve gris, peligroso en lo económico y seguridad, no lo dicen los neoliberales o los fifís sino los analistas serios, las calificadoras, los números de las propias instituciones de gobierno.

En lo económico-financiero, estamos muy cerca de un gran derrumbe que acentuaría la pobreza de un país al que se le prometió justicia social conmutativa y que a cambio de su esfuerzo las cosas mejorarían, pero ocurrió lo contrario. Hoy tenemos 15 millones más de pobres, miseria que alcanzó a quienes incluso tienen empleo formal y salario fijo, pero se sumieron en la incapacidad de adquirir canasta básica “gracias” a la inflación, al deterioro del ingreso.

Inflación general subirá del 8.3 por ciento empujada por la subyacente que está en ocho por ciento, a pesar del aumento en 75 puntos base de la tasa del Banxico para ubicarse en 8.5 por ciento como medida para contener el consumo, la carestía y evitar que se vayan los capitales especulativos invertidos en documento de gobierno, con lo cual la deuda pública aumenta drásticamente sin necesidad de pedir prestado en muchos miles de millones de pesos.

De hecho, las inversiones directas ya no fluyen, disminuyeron, el problema es que se vayan las sustentadas por documentos gubernamentales, podrían no sólo causar devaluación sino quebrarnos como país.

Empero esto es como una liga, se estira, pero finalmente dará de sí y causará la inestabilidad del peso, pero si se insiste en violar el T-MEC y causar conflicto con las partes por la necedad del ganso de favorecer el monopolio de la CFE y el uso de combustibles fósiles.

Puede tener efectos en las exportaciones, en el envío de remesas e incluso en importaciones alimentarias de las cuales dependemos en casi 40 millones de toneladas, principalmente maíz, aunque sea forrajero, trigo y oleaginosas. Ya de por si el incremento en alimentos reporta solo en el año un 13.94 por ciento promedio de aumento, aunque en la realidad, el precio de algunos productos en los tianguis y mercados es mucho mayor.

Por el otro lado, las masacres, incendios y violencia no paran mientras el ganso apenas atina a reclamar que la oposición o sus detractores no deben politizar el hecho, como si la seguridad y los 138 mil asesinatos, toma de territorios y sojuzgamiento de comunidades no fuera una cuestión de políticas públicas.

Y en vez de asumir responsabilidades, como es costumbre responsabiliza a los de antes a pesar de tener cuatro años en el poder y asegurar que con solo asumir la presidencia se acabarían corrupción y violencia con una política de “abrazos, no balazos”. Frente a eso, nuevos operativos de unas fuerzas armadas que luego de humilladas y sometidas se suman al fracaso cuatroteísta como se vio en Ciudad Juárez, San Luis Potosí, Jalisco y Guanajuato donde un crimen realmente organizado, se les enfrenta abiertamente, las desafía.

Los capos como Ricardo Ruiz Velasco, el doble “R” escapan y dejan tras de sí estela de sangre, fuego y destrucción donde los “paganos” son inocentes a los que ni el Ejército o la Guardia Nacional son capaces de proteger, menos el profeta con sus “detente” desde Palacio Nacional.

Ese crimen organizado que hoy después de cuatro años de una pasividad cómplices del caudillo, se ve más fuerte, con ejércitos con capacidad de fuego de alto poder, tecnologías avanzadas, estrategia similar a la militar, así como con poder político, apoderada de toda la costa del Pacífico, de territorios ocupados, gubernaturas, presidencias municipales, legisladores federales y locales, además de empresas “legales” que les permiten lavar el dinero de actividades ilícitas.

Incluso les alcanza para pagar campañas políticas, poner servicios de logística con transportes terrestres y aéreos al servicio de personajes, incluyendo al presidente del partido en el poder, candidatos y todo “lo que se ofrezca”. La factura la cobran con impunidad y espacios de poder.

De tal suerte que, si a estas alturas de la cuarta intentan detenerlo o no pagar la cuota, se derramará más sangre como ocurrió en Ciudad Juárez donde fueron asesinadas 10 personas y 10 más están heridas en una oleada de incendios, destrucción y violencia que inició en el Cereso 3 con cuatro difuntos, dos mujeres en un Oxxo, cuatro jóvenes en una pizzería. Igual en Sinaloa donde fue acribillado el subdirector de Seguridad Pública porque no le gustó al Cártel de los Chapos.

Y esto, es el preludio de algo que viene muy duro en lo económico y seguridad. Ni siquiera la suma de la Guardia Nacional a la Sedena es remedio, sino simple ocurrencia o el pago de una cuota más del machuchón a los militares a cambio del honor de las fuerzas armadas. O ¿Es acaso el preludio de un hecho que intentará mantener por la fuerza a la cuarta en el poder? Con el mesías tropical todo puede ocurrir.

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