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Feria del Tomate Nativo y Ancestral 3 y 4 de septiembre en Zimatlán, Oaxaca

Hoy en día, la diversidad de tomates ancestrales, los conocimientos tradicionales en torno a su cultivo y su uso en cocinas locales corren un alto riesgo de perderse.

El tomate (o jitomate como se le conoce en algunas regiones del país) es la hortaliza más cultivada en el mundo y un alimento vital para México, que es de los mayores exportadores mundiales, pero también el centro global de domesticación, con cientos de variedades ancestrales que han crecido en nuestro país desde tiempos prehispánicos, informó la doctora Gabriela Toledo-Ortiz, del Centro de Ciencias Ambientales, Universidad de Lancaster, Reino Unido.

La representante del comité organizador de la Feria del Tomate Nativo y Ancestral 2022, detalló que, probablemente, el tomate es el cultivo más global que México ha aportado a las cocinas del mundo, incluyendo algunas que como la mediterránea son patrimonio inmaterial de la humanidad.

Los tomates en México son ingredientes básicos en las cocinas de las diferentes poblaciones étnicas, donde adquieren colores, sabores y aromas únicos, y además presentan una enorme variabilidad en rendimientos, propiedades nutricionales y tolerancia climática, dijo. 

Por ello, conforman un acervo biocultural único a nivel mundial e irremplazable, pero poco conocido. En la actualidad, la producción de tomate en México y a escala mundial, está dominada por grandes monocultivos de variedades comerciales con un limitado valor genético y nutritivo, seleccionadas por las grandes empresas semilleras principalmente con criterios de durabilidad comercial y tamaño del fruto, apuntó.

Detalló que, estos monocultivos agroindustriales que ocupan zonas de gran agrodiversidad han desplazado el consumo y la producción local de tomates nativos y ancestrales, lo que ha conducido en pocas décadas a un deterioro de su conservación y a una falta de valoración y conocimiento a nivel nacional.

Hoy en día, la diversidad de tomates ancestrales, los conocimientos tradicionales en torno a su cultivo y su uso en cocinas locales corren un alto riesgo de perderse, a menos que se promueva activamente el consumo de estas valiosas especies comestibles, añadió 

Destacó que, recuperar y redescubrir los tomates nativos en sus sitios de origen, destacando su lugar en la alimentación cotidiana, su presencia en los mercados locales y regionales, así como en las fiestas y ceremonias, fortalecerá su sentido de pertenencia dentro de la comunidad, lo que es esencial para detener la pérdida acelerada que México está sufriendo de este patrimonio irremplazable.

La Feria del Tomate Nativo y Ancestral que se celebrará en Zimatlán, Oaxaca, tiene como objetivo proponer que se establezcan vínculos y generar un diálogo entre pequeños productores de tomate, cocineras tradicionales, chefs, académicos y consumidores, para impulsar programas de reapropiación cultural que ayuden a proteger, caracterizar y disfrutar de la diversidad de esta valiosa hortaliza mexicana, informó. 

Por lo mismo, dijo, resulta de fundamental importancia fomentar su integración en programas de seguridad alimentaria y nutricional basados en cultivos nativos y ancestrales.

Oaxaca, uno de los estados bioculturalmente más diversos del país, con milenarias tradiciones agrícolas, representa un punto de partida idóneo para generar “redes de beneficios compartidos”, que permitan integrar programas de conservación, estudio y registro de la diversidad fitogenética que los campesinos de México han desarrollado y custodiado por siglos.

La doctora toledo-Ortiz externó que, los tomates de México no sólo son el pasado, sino a futuro uno de los recursos biológicos más relevantes para garantizar la permanencia de este cultivo ante el cambio climático.

Las actividades de la Feria del Tomate Nativo y Ancestral en Zimatlán, Oaxaca, incluyen conversatorios, eventos gastronómicos, talleres sobre cultivo de tomates, exposiciones fotográficas, intercambios de semillas, exhibiciones de agrodiversidad y venta de variedades nativas, apuntó. 

Los talleres, que serán lidereados por productores, cocineras tradicionales de diferentes regiones de Oaxaca, chefs y académicos, se enfocarán en fomentar la apreciación, conocimiento, cultivo y utilización de tomates nativos entre el público asistente, comentó. 

La recuperación de los sabores ancestrales y la difusión de la memoria vinculada a las cocinas regionales, se proponen favorecer la reintegración de los tomates ancestrales en la comida diaria de los mexicanos, impulsando el consumo de alimentos de alto valor nutricional y favoreciendo sistemas productivos en beneficio de los pequeños productores locales que garanticen su permanencia, concluyó la doctora Gabriela Toledo-Ortiz.

Infografía: Cortesía

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