Por Fabio
(versión que celebra que la no ministra copiona no llegó a presidenta de la SCJN)
En este momento, Yasmincita la copiona debe estar haciendo chilito con el rabo, lo cuál es como para que México lo celebre como si fuera campeonato mundial. La no abogada tracalera no llegó a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde la quería el mesías para acabar de concentrar todos los poderes en su animalado ser.
Norma Lucía Piña Hernández, quien dicen que es una ministra que es independiente y poco amiga de las amloiniciativas, queda en la presidencia de la Suprema Corte; el otro mérito de la ministra es ser la primera mujer que preside la SCJN. La Yas se queda chiflando en la loma, por más luchas que hizo la tramposa ojos de pulga en tratar de desmentir que copió de pé a pá la tesis con la que dice haberse titulado.
Dos cosas obraron en contra de la no ministra: el sábado, la UNAM emitió un simpático comunicado en el que confirmó que la ñora plagió la tesis, al comparar la original con la mala copia de la Yas. Dice la UNAM que las coincidencias entre ambos textos son de más del 90 por ciento, que los archivos en poder de la institución no dejan lugar a dudas que la tesis original se presentó en 1986 (la Yas lo hizo 14 meses después, aunque alegara que el autor viajó al futuro y la copió); que supuestamente el autor original fue y dijo ante notario que copió partes de la tesis del futuro, cosa que la UNAM puso en duda, y que esta semana van a seguirle para invalidar el título inmerecido de la Yas.
El escrito, firmado por el rector Enrique Graue, echa abajo los cuentos de la Yas de que «su» tesis fue modificada (al agregarse ocho páginas faltantes en la tesis, que no olvidemos que es la pirateada), pues la UNAM tiene en microfilm y luego en PDF los textos presentados, por lo que no hay manera de sostener el cuento de que a ella la copiaron.
Otro clavito al ataúd: Édgar Ulises Báez por fin salió del ostracismo y dijo a Eje Central que la tesis original es la suya, que no firmó ni se ha presentado ante notario alguno a afirmar lo contrario, pues está enfermo y no puede salir de su casa, y que tampoco nadie de parte de la no ministra lo ha contactado. En pocas palabras: confirma que la Yas miente con todos los dientes.
Por fortuna, la Suprema Corte hizo lo que debió hacer: no elegir a la favorita del dedazo del mesías.
Queda resolver la inevitable cancelación del título de la ñora tracalera, como debe hacerse por su comprobada trampa para titularse, sin que le salgan defensores de oficio como Eduardo Andrade, que salió con que cancelarle el título es «imposible». Andrade es el hermano de otra fichita, Sergio Andrade, el «promotor» de Gloria Trevi especializado en violar chavitas, que la Trevi le atraía gustosa y meneando la colita.
Por si no lo recuerdan, en el 2000 Lalín Andrade llegó una vez hasta el greñero de borracho a un show de Joaquín López Dóriga a exigir que le dieran el micrófono para exigir explicaciones de por qué lo habían sacado del programa de debate que llegó a interrumpir.
Total que entre la Yas y sus defensores, ponen los goles facilitos a quien quiera anotarlos.
ABRACITOS A LOS NENES
Ni el sangriento motín de Ciudad Juárez, en el que murieron 10 custodios y siete presos, y se fugaron 27 matones incluido un capo peligroso de Los Mexicles, hace que mi general el Chencho se salga del guión de chiquear narcos. Al cabo él (ni el Peje) no es el muerto…
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