Por Carlos H. De Marcelo Balderas
El día de ayer, sábado 7 de enero, El Haragánbrindó su segunda presentación en el Auditorio Nacional en la que su formato sifónico fue algo de lo más memorable. El setlist recorrió las distintas etapas de la agrupación: desde los éxitos que los llevaron a ser reconocidos hasta canciones que no habían tocado en años.
En las afueras del recinto, ya los diferentes seguidores de la banda esperaban a que llegara la hora pactada para el comienzo del concierto. Familias, parejas, adultos de la tercera edad y seguidores de hueso colorado convivían en las horas previas al show.
No faltaron los revendedores de boletos que ofrecían las entradas “más baratas que en taquilla”, que entre tanto que gritaban confundían a la banda que se iba a presentar: “boletos en primera fila para El Tri”, dijo aquel revendedor.
Poco después de las 8:00 de la noche, el concierto comenzó. La aparición de Luis Álvarez con su guitarra hizo que los asistentes estallaran en una ola de gritos. Luis, acompañado de Jorge Gaitán en el violín y Leonel Pérez en el chelo, tocó algunas canciones para darle paso a la parte de la orquesta, en la que el público permaneció en silencio y atento a la ejecución de todos los instrumentos.
El repertorio fue variado. La orquesta brilló por sus diferentes arreglos a las canciones de la banda.
Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje a los artistas y músicos que ya fallecieron. Con artistas que aparecieron en las pantallas del recinto como Charlie Monttana, Lalo Tex, Gustavo Cerati y Marciano Cantero el grito del público fue más ensordecedor.
Los 33 años de El Haragán no decepcionaron.
