Cultura

El tamal, alimento protagonista en la fiesta de la Candelaria y el inicio del ciclo agrícola 

Su consumo data de tiempos prehispánicos, cuando era parte de los platillos que se preparaban en festividades rituales como las dedicadas al maíz.

Alimento protagónico de estas fechas, el tamal da cuenta del sincretismo cultural de México al vincularse con los ciclos festivo y agrícola, presentes en las creencias de diversos pueblos indígenas de México y en la religión católica. 

El tamal forma parte de la gastronomía de diversos pueblos, su origen es ancestral y en la época prehispánica se consumía en fechas significativas y en ritos dedicados a diversas deidades. 

Su nombre proviene del náhuatl tamalli (“bollo de maíz envuelto en hojas y cocido al vapor”) y desde mucho antes del periodo Colonial se consume el 2 de febrero, Día de la Candelaria. 

El sincretismo en esta tradición, por un lado se vincula al inicio del ciclo agrícola y, por el otro, al proceso evangelizador.  

Esta amalgama de creencias rituales es evidente en tradiciones como llevar a bendecir al templo una figura del Niño Dios y posteriormente celebrar con tamales; o bien, apartar este día para que, quienes encontraron al “muñequito” en la rosca de Reyes (6 de enero) repartan tamales de sabores dulces y salados a la familia o amigos que fueron testigos. 

Al respecto, la antropóloga Amparo Rincón Pérez, señaló que en esta fecha las mujeres, hombres y familias acuden al templo para bendecir al Niño Dios y, a su vez, sus semillas de maíz, frijol y calabaza, entre otras. Los creyente piden que se les conceda una buena milpa y cosecha. 

Aún hoy, en comunidades de Morelos, por ejemplo, se ofrendan a la tierra tamales de ceniza. En las localidades de Miguel Canoa, Aparicio y La Resurrección, en Puebla, la bendición de las semillas y las ofrendas dedicadas a la tierra cada vez se practican menos, ya que los terrenos de cultivo se han transformado en lotes residenciales o de otros usos. 

Santa Anita y sus tamales con memoria lacustre 

Esta zona de la Ciudad de México fue famosa desde tiempos prehispánicos por elaborar este alimento con productos obtenidos del canal de La Viga y las chinampas que existían en el lugar. 

Desde hace más de 30 años, el Museo Nacional de Culturas Populares celebra con una feria dedicada a este alimento.

Además, los usuarios podrán conocer la diversidad de técnicas e ingredientes con los que se preparan y rellenan los tamales, así como los distintos sabores de atoles.

Fotos: Cortesía

Arriba