Ecología

Dieta a base de vegetales, factor clave para restaurar los ecosistemas: ONU 

La actividad ganadera intensiva, es una causa de peso en la degradación de los ecosistemas.

Cada tres segundos, el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a un campo de fútbol, esto sucede mientras la temperatura global sigue batiendo récords -pues las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado durante tres años consecutivos-, y el 50% de nuestros arrecifes de coral se han perdido.

El planeta enfrenta una crisis medioambiental sin precedentes, la forma en que nos alimentamos que cada vez exige una mayor demanda de proteína animal y con ello un aumento en la actividad ganadera intensiva, es una causa de peso en la degradación de los ecosistemas.

Al respecto, la ONU publicó un manual titulado “Una guía práctica para sanar al planeta” en el cual recomienda que adoptar dietas a base de vegetales, que tienen un impacto menor en el planeta y evitan el sufrimiento de millones de animales, es un factor clave para restaurar los ecosistemas.

Para la asociación civil mexicana Alianza Alimentaria y Acción Climática, cuyo objetivo es impulsar acciones enfocadas a mitigar el cambio climático y mejorar el bienestar mediante la implementación de dietas sostenibles, un sistema alimentario que dependa de la cría de animales es insostenible y un freno para alcanzar un desarrollo sustentable, ya que la ganadería representa: 

Calentamiento GLOBAL: La mayor amenaza que hoy enfrenta la humanidad es el cambio climático en conjunto a la disponibilidad de agua potable, y la ganadería industrial es una de las actividades que más contribuyen a dichos problemas: La industria ganadera produce el 15% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial. Emite el 65% de emisiones del gas óxido nitroso, un gas de efecto invernadero con un potencial 296 mayor que el dióxido de carbono.

También es uno de los mayores agentes de contaminación y derroche de agua utilizando el 27% del agua potable del planeta. El uso frecuente de fertilizantes, abono líquido, pesticidas para la producción del alimento, el uso de antibióticos en la industria de producción animal y la enorme cantidad de excretas y cadáveres animales, derivan en la contaminación de las aguas del subsuelo. En México, la producción de alimentos vegetales para consumo humano utiliza el 20% del agua mientras que la ganadería industrial consume la alarmante cifra del 50%  del agua potable. Para producir medio kilo de carne de vaca son necesarios 15 mil 400 litros de agua.

Riesgo para LA SALUD: Sacar a los animales de nuestro plato es fundamental para cumplir la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la ONU. Una dieta basada en plantas reduce los riesgos asociados a la salud por la generación de enfermedades crónico degenerativas relacionadas con el consumo de animales, como colesterol, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiacas, entre otras. 

Causante de LA DEFORESTACIÓN: La ganadería industrial es la mayor responsable de la deforestación. En nuestro país más de la mitad del territorio mexicano está destinado a la ganadería y la creación de pastizales inducidos ha devastado zonas de suma importancia como las selvas de la región sur, debido a la alta demanda de productos de origen animal; tan solo Yucatán, ha perdido el equivalente a 2 mil veces el estadio Azteca por la construcción de granjas porcícolas.

Incrementa el HAMBRE Y POBREZA: La producción de carne, leche y huevos requiere más tierra agrícola para la producción del alimento de los animales, siendo que de aprovecharse esas tierras para alimentos vegetales para humanos, se podría alimentar a una mayor cantidad de personas. Adicionalmente, el incremento en la demanda de productos de origen animal, ha aumentado el precio de granos como maíz, trigo, soya, sorgo y cebada, debido a la competencia entre la alimentación de animales, los biocombustibles y la alimentación humana, es decir, los granos fundamentales para la seguridad alimentaria, se encarecen por la demanda de carne, leche y huevos.

“El adoptar una dieta a base de vegetales es sin duda una estrategia de sostenibilidad, es una de las acciones más efectivas para mitigar el calentamiento global y asegurar el cumplimiento de la Agenda 2030”: Karina González, directora de Alianza Alimentaria. 

En 2021, el Día Mundial del Medio Ambiente se centró en la restauración de ecosistemas que significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la naturaleza a curarla. 

Para ello, y precisamente en ese día, arrancó el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar. 

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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