México

Un desafío para la sociedad civil contribuir en la lucha contra el consumo nocivo de alcohol 

Salud Justa contribuye en la atención a la problemática y presenta segundo informe.

Por Claudia Carrillo 

El consumo nocivo de alcohol es un tema sustancial en los planes de lucha contra la problemática social que representa el abuso de dicha sustancia y las consecuencias adversas que pueden surgir a raíz de esta desmedida práctica.

La sociedad civil y la organización salud justa mx reportó en su segundo informe que el uso nocivo de alcohol incide en accidentes de tránsito que constituyen en México al ser la primera causa de muerte en personas de 15 a 19 años y el 60% de ellos tiene relación con dicho consumo.

Explicaron que la pandemia tuvo relación en el consumo. Las personas bebían para tratar de controlar la presión y condiciones que se vivían durante el aislamiento, como el estrés, la ansiedad o la propia preocupación de ser contagiadas.

El reporte pretende ser una herramienta para la incidencia pública y busca sensibilizar a las personas que toman decisiones en este país, sea en el Congreso, en las instituciones del Ejecutivo federal, o entre líderes de las esferas privada y social.

Con el afán de entender mejor la situación actual del uso nocivo de bebidas alcohólicas en México y de contribuir a la atención de sus problemas asociados emergentes, así como de responder a sus desafíos, organizaciones sociales desglosaron el Segundo Reporte de la Sociedad Civil sobre Consumo Nocivo de Alcohol y resaltaron que los accidentes de tránsito constituyen en México la primera causa de muerte en personas de 15 a 19 años y el 60% de ellos tiene relación con dicho consumo; tal porcentaje es la primera causa de mortalidad de niñas y niños de entre 5 y 9 años y la segunda causa de orfandad, como indican las fuentes oficiales consultadas en la elaboración del informe.

El Mtro. Alor Ricardo Ruiz Hernández, investigador principal de la publicación señaló que se recopilaron algunos aspectos sobre la disponibilidad de alcohol a la cual se exponen sobre todo las y los menores de edad, la conducción de vehículos bajo los influjos del alcohol, la publicidad, la promoción y el patrocinio de las empresas alcoholeras, el insuficiente acceso a tamizaje, intervenciones breves y tratamiento de quienes padecen problemas relacionados con la bebida, además de señalar la necesidad de incrementar impuestos a dichos productos para captar recursos que resarzan los daños ocasionados por el consumo.

“Indudablemente la pandemia tuvo relación en el consumo, las personas bebían para tratar de controlar la presión y condiciones que se vivían durante el aislamiento, como el estrés, la ansiedad o la propia preocupación de ser contagiadas. Fue evidente que la propia industria aprovechó estas condiciones, las explotó a su favor tratando de proyectar la imagen de que el alcohol podría ser una manera de resolver problemas, así que durante la pandemia el acceso a las bebidas estuvo presente”, agregó.

El reporte pretende ser una herramienta para la incidencia pública y busca sensibilizar a las personas que toman decisiones en este país, sea en el Congreso, en las instituciones del Ejecutivo federal, o entre líderes de las esferas privada y social, apuntó Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Coalición México Salud-Hable. Destacó que, en este esfuerzo de la sociedad civil, nos honra el acompañamiento de investigadores destacados de los institutos nacionales de salud. Reiteró la disposición plena de la coalición para seguir coadyuvando al diseño y la aplicación de las políticas públicas para prevenir y controlar el uso de alcohol con las autoridades de la Secretaría de Salud, de la Comisión Nacional contra las Adicciones y de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco y el Alcohol.

La Dra. Guillermina Natera Rey, directora del Centro Colaborador de la OPS/OMS sobre Alcohol y Adicciones del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz señaló que “En un estudio se revisó el consumo de alcohol realizado antes y después de la pandemia y se encontró que se mantuvo igual, con una reducción ligera del consumo de riesgo. Llamó la atención sobre la relación entre la depresión y el consumo de alcohol y los centros de salud, que deben estar preparados para la detección y atención de esos problemas de salud mental”. Refirió el trabajo que ha desarrollado su instituto desde hace cuatro años con los centros de atención primaria a la salud y dijo que el INP tiene a disposición doce modelos sobre intervención comunitaria.

“Nos falta trabajar mucho más en difundir y hacer saber a la población los riesgos del consumo nocivo. De acuerdo con las investigaciones más recientes que nos importa saber que el alcohol provoca más de 200 condiciones de salud entre ellas las enfermedades no transmisibles, señaló La Dra. Nancy Paulina López Olmedo, investigadora adscrita al Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública. 

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición el 21% de adolescentes de 10 a 19 años reportaron ser consumidores de alcohol en los últimos 12 meses, lo cual los definen como consumidores actuales, además de que alrededor del 52% de adultos presentan esa modalidad de consumo. Esto nos obliga en pensar en acciones que reduzcan el consumo de alcohol.

El Dr. Jorge Ameth Villatoro Velázquez, integrante de la Red Internacional Científica de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y Responsable de la Unidad de Encuestas, señaló que el alcohol ha sido la droga principal por la que se registran ingresos en los centros de tratamiento por mucho tiempo, pero nos falta avanzar a la prevención y el control del consumo. Respecto a la precepción de resigo del consumo de alcohol señala que el 25% de los adultos considera que es peligroso y el 50% de los adolescentes el 50%. Se ha normalizado el consumo de alcohol, acepta.

Debe darse énfasis a la prevención y a la detección oportuna del consumo entre adolescentes y jóvenes, para contener la experimentación y el progreso del consumo y, en su caso para derivar a tratamiento especializado los casos que hayan evolucionado ya, comentó la Dra. Carmen Millé Moyano, directora del Centro de Respuestas Educativas y Comunitarias (CRECE). 

Es valioso trabajar en las escuelas secundarias y de bachillerato en programas permanentes, pues se logra reducir hasta en 50% la experimentación con bebidas alcohólicas y el consumo regular. Reconoció como plausibles experiencias internacionales, como el modelo de Islandia, pero debemos considerar las características de nuestro país. Aquí no podríamos pedir a un policía que detenga a un adolescente que ande en la calle después de las 10 de la noche, por ejemplo.

El Mtro. Raul Martín del Campo hizo una recapitulación del contenido del Segundo Reporte de la Sociedad Civil sobre Consumo Nocivo de Alcohol. Recordó la relación del uso de alcohol con enfermedades cardiovasculares, cáncer, así como con los accidentes viales. A este respecto señaló que por cada deceso de una persona que maneja alcoholizada fallecen dos acompañantes. Dijo que el reporte de la sociedad civil le sirve como material académico que analizan sus estudiantes de maestría en varias universidades. 

“Fue afortunado tratar la combinación de bebidas energizantes con el consumo de alcohol en la que incurren muchos jóvenes con la idea equívoca de que pueden mitigar un estado de embriaguez para seguir la fiesta”.

Fotos: Cortesía

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