Cultura

Conoce un poco del amplio catálogo de bellas obras de Rafael Cauduro

“Curiosamente, yo el deterioro no lo veo como algo negativo, yo creo que el deterioro realmente no es un deterioro, sino una continuación, un símbolo de vida, la evidencia de que las cosas están ocurriendo”: Rafael Cauduro, 1998.

Las obras de pequeño y gran formato, con estilo y técnicas propias del artista, provocan pausas que revelan a los espectadores orígenes, recuerdos y lugares, sin la intención de prescribir un itinerario fijo que se extiende a la mirada del observador como una invitación a sumergirse entre objetos, seres y personas que emergen entre los muros de las fachadas desgastadas.

Observar las creaciones de Rafael Cauduro es observar la vida a través de sus ojos, ya que cada obra es un capítulo de su propia historia. 

Es como si el lienzo en blanco fuese el contenedor de sus pensamientos desde donde él mismo vierte y plasma su visión, sus mentiras y verdades, sus frustraciones e incluso a su familia, quienes forman parte e influyen en muchas de las obras más relevantes del artista. 

Un claro ejemplo de esto fue el nacimiento de su primera hija, Juliana Cauduro, quien hizo a Rafael mirar la discapacidad desde una perspectiva llena de ternura y amor, misma que lo inspiró a desarrollar una serie de obras bajo ese concepto.

De igual forma, el trabajo de Cauduro forma parte del paisaje artístico y urbano de la Ciudad de México, donde las personas que la habitan o visitan conviven con algunas de sus creaciones más relevantes. Cauduro es el autor del mural del Metro Insurgentes, titulado Escenarios subterráneos, así como del mural titulado El Condominio, ubicado en Avenida Veracruz en la Colonia Roma. 

Entre su obra más icónica y, probablemente, más polémica, se encuentra Los 7 crímenes mayores, realizada en la escalinata principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que el artista plasmó un recordatorio para todos aquellos que procuran la justicia en México, sobre lo que puede llegar a suceder en una nación en la que no se procuran los derechos y la seguridad de las personas. Es por estos murales que muchos lo reconocen como uno de los últimos grandes muralistas de la tradición iniciada por José Vasconcelos un siglo atrás.

Para quienes quieran conocer un poco más sobre el trabajo de este gran artista, tienen la oportunidad de recorrer la trayectoria y el trabajo urbano de Rafael Cauduro, comenzando por el Edificio Cauduro (Avenida Veracruz 62, en la Colonia Condesa) que alberga al restaurante Filigrana, posteriormente el Metro Insurgentes para finalmente visitar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (José María Pino Suárez 2). 

A Cauduro siempre le inquietó no sorprender al espectador, por esto su taller se convirtió en un laboratorio en el que constantemente se experimentaba con todo tipo de técnicas y materiales para así crear nuevas realidades. 

Fotos: Cortesía

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