Estigma y traumas parte de la EM.
Por Claudia Carrillo
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmunitaria que afecta el cerebro y la medula espinal, sistema nervioso central.
En México se estima que entre 11 y 20 de cada 10,000 habitantes padecen Esclerosis Múltiple, por lo que existen más de 20 mil personas que se ven afectada en su calidad de vida por este padecimiento.
Otro factor relevante es el desgaste que implican los tratamientos médicos a base de fármacos inyectables, que hoy, a decir de los especialistas parecen ver un sendero de luz con la llegada de un fármaco oral llamado Nukispa, (dimetilfumarato).
En conferencia de prensa, para presentar este nuevo fármaco, George Marvin, director de comercial de CORNE México, explicó, “A inicios de los años 90 nos dimos cuenta que los pacientes con EM contaban con pocas opciones farmacológicas , por lo que en CORNE nos dimos a la tarea de buscar alternativas. La relación entre médico y laboratorio es muy estrecha, hacemos un vínculo que nos permita caminar mano a mano para lograr el objetivo. Somos el oído y desarrollador para el médico con el objetivo final de aumentar la calidad de vida del paciente”.
Las personas afectadas de Esclerosis Múltiple, también enfrentan el estigma social que implican padecer la enfermedad. La sociedad debe poner un alto a la ignorancia. Los enfermos de EM demandan una nueva manera de relacionarse con los amigos y con el entorno familiar, debido fundamentalmente a los síntomas de la enfermedad.
La ruptura con el trabajo supone un trauma para ellos al incrementar la dificultad de adaptación y el aumento de la percepción de baja autoestima.
Por lo tanto, el trabajo no sólo suministraba un soporte económico, sino un importante sentido de integración dentro de la comunidad y las áreas involucradas.
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