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La Grilla en Rosa | Aleluya al Extraño Enemigo (Gracias, Amigou!)

«La Grilla en Rosa» de Fabio   (versión que no soporta a los pejistas gringos)

¡Albricias, albricias, sigue subiendo de tono el pleito provocado por el mesías con Estados Unidos! Bendita sea Santa Apapucia porque escuchó los ruegos del Iluminado de que, como su idolatrada Cuba, tengamos como máximo enemigo a Estados Unidos. Por fin, un justificante a las estupideces de gobierno y a la defensa del narco.

Así es, amiguitos de esta columneja con pretensiones. Ya no es ningún secreto que los gringos están hasta el queque del mesías y sus diarias tarugadas y bravatas. En el muy dividido Estados Unidos actual, sólo hay ya un factor que da cohesión a republicanos (los pejistas gringos) y demócratas (la vecindad del Chavo gringa), y ese factor es… el Pejete.

Aunque es un peón muy hablador y escandaloso, que siempre termina por doblarse hasta enseñar más allá de donde llega la luz solar, la descarada defensa de los narcos disfrazada de defensa de la Patria por la infiltración del cártel de los nenes de su patrón, su negación de la evidente producción de fentanilo por los Chapitos en México y su confrontación abierta a cooperar contra los narcos es lo que ya fastidió más allá de lo tolerable a los gabachos.

Por eso es que un güey que se llama John Kennedy (sin parentesco con la familia Kennedy, aristocráticos políticos gringos que fundaron su fortuna en el contrabando de alcohol durante la prohibición, y en relaciones con la mafia italiana) reclamó de gacha manera a la titular de la DEA, Anne Milgram, que no -recalcó él y recalco yo- hagan nada para obligar al mesías a combatir a los narcos mexicanos productores de fentanilo y otras porquerías con operaciones armadas conjuntas en vez de consentirlos con los ‘abracitos no balacitos’.

Lo que hizo que este reclamo no se perdiera en el mar de la información fue que Kennedy dijo que, de no ser por Estados Unidos, los mexicanos estarían comiendo comida de gato de una lata y vivirían en una tiendita de lona.

Don Kennedy recordó que la economía de México depende, casi al cien por ciento, de lo que le vende a Estados Unidos, cuya economía es más de veinte veces mayor, dando a entender que, en una rabieta y con un republicano en la presidencia, ahorcarían a México vía nada de compras, y entonces arruinan al país gracias al fidelitocatro 2.

Quitando lo irritante de la mención de la comida de mininos, objetivamente el gringo no dijo ninguna mentira. ¿Acá se produce fentanilo? Sí, y mucho. ¿Por órdenes del mesías no se le hace nada a los narcos? Cierto. ¿Se niega a atacarlos? También. ¿La información de la DEA siempre siempre sirve para localizar y apresar narcos? Cierto. ¿Podrían acabarlos si hubiera siquiera dos centavos de ganas del desgobierno mexicano de cooperar con la gabachada? Sí. ¿Biden y su DEA no obligan a AMLO a que los ataque pese a la permisividad e impunidad que da al narco? Verdadero.

La Milgram puso cara de secretaria de la SEP ante los reclamos del trumpista, y respondió en el mismo tono: «… aaaaaah…».

Este viernes ya vimos el show de patrioterismo del mesías contra Kennedy, con declaraciones idiotas como las preferidas por el mesías para insultar a todos, como racista, ignorante, de actitud «prepotente y ofensiva» y así por el estilito.

La más risible: ese faro de convocatorias mundiales dijo que llamará a que nadie vote por Kennedy. ¿Así como su revocación de mandato, como el juicio a los ex presidentes, como su rifa-venta-rifa-rifa-estafa-venta del avión presidencial? ¿Como sus marchas del ego que no se llenan si no es comprando y obligando a ir a los asistentes?

La cosa es que el republicano bocón le dio cuerda nacionalista a un régimen que en todo quiere parecerse al cubano. Ya nos metió en crisis económica, ya destruyó instituciones, ya quieren pensamiento único vía adoctrinamiento, y ahora quieren la ruina del país vía pelearse contra el principal socio comercial y sostén económico nacional, para alegar que (después de mucho provocarlos) los gringos arruinaron a este país para atacar a ese liderazo mundial que personifica el macuspano.

El asesino Fidé Catro estaría muy feliz con lo que hace su minimí.  Los mexicanos, no, porque, de ir como vamos, efectivamente terminaremos peleándole la comida a los gatos.

MIENTRAS TANTO, EN LA FRONTERA

Entre los gritos destemplados contra Masiosare el Extraño y Muy Conveniente Enemigo no se oye que en estos días, en que la política migratoria gringa pasa de dura a muy hojaldra, Pejito aceptó poner a su inútil Guardia Nacional en las dos fronteras para cuidar que no le muevan el escenario a Joe Biden.

Así, con el nuevo Título 8, quien entre a la brava a EU será deportado y tendrá antecedentes criminales, cosa que no sucedía, y esos antecedentes harán que, si reincide, se quede de residente temporal en alguna cárcel gringa. De poder volver a entrar, previa solicitud de permiso y tras cinco años de castigo por querer meterse sin papeles ni invitación.

Se quedarían en México unos 30 mil venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos al mes. Los demás, directito a deportación a su país. México, y menos con este gobierno, no tiene capacidad para manejar semejante marejada humana. Pero hay mucha ‘dignidát’ para defender a nuestros narcos propios de nosotros.

Ah, pero el méndigo John Kennedy nos dijo comecomidas de gato…

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