Columnas

Futuro sin Matemáticas

Por: ARMANDO RÍOS RUIZ

Las ideas del Presidente dadas a conocer hace dos años sobre “la clase media individualista, que da la espalda al prójimo, aspiracionista, que lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole”, tienen razón de ser, pero en su familia y en la gente de su confianza incrustada en diferentes cargos públicos, que encontraron al fin el modus operandi para competir entre ellos mismos como los más ricos de México.

Él mismo es ejemplo del aspiracionista que aborrece. A pesar de su mediocridad, tanto en la escuela como en la vida pública, logró convencer a millones de mexicanos de ser el mejor para ocupar la Presidencia. Se identificó con ellos y debido a su baja estofa, ha sido capaz de aprobar métodos de estudio que presagian el desastre de los mexicanos que se educan bajo su mandato.

Es como la madre que no sabe leer, que por un motivo mínimo, retira a su hijo de la escuela debido a que la institución de todas formas “no sirve para nada”. Su vida escolar fue un fracaso que se prolongó durante 14 años enquistado en la universidad, con quehaceres que dejaron mucho que desear, hasta que un paisano lo incorporó a la actividad política, de la cual obtuvo grandes beneficios con mítines, plantones, marchas… convertidos en un gran negocio particular.

Tradicionalmente, México ha sido un país con una presencia internacional demasiado débil en materia de educación, a pesar de haber contado con mandatarios y funcionarios en esa materia, muy capaces y preocupados por elevar el nivel educacional y la presencia del país frente a otros del mundo, como el Presidente Adolfo López Mateos y su secretario de Educación, Jaime Torres Bodet, creadores del libro de texto gratuito, entre decenas de reformas encaminadas a elevar el espíritu competitivo del mexicano.

En esta Secretaría hubo personajes con una preparación sólida e insuperable, como José Vasconcelos, Narciso Bassols, Justo Sierra, Ezequiel Padilla, Jesús Reyes Heroles, Porfirio Muñoz Ledo y otros, cuyos esfuerzos dejaron una marca indeleble en las páginas de la historia.

Contrastan indiscutiblemente, con la penúltima secretaria del ramo, Delfina Gómez, auténtica tránsfuga del metate que por azares de su amigo el Presidente, fue a parar a dirigir los quehaceres de la educación, “como quiera que haiga sido”, para citar una de sus múltiples expresiones que su paupérrimo lenguaje conoce. Hoy dirigirá nada menos que el destino del pobre Estado de México.

Este país ocupa hoy el lugar 102 de 137 en materia educativa en el mundo, de acuerdo con el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) realizado por la OCDE. Marco Fernández, docente e investigador de la organización México Evalúa, dice que Delfina Gómez deja a la SEP “peor que como la encontró”. Consideró que el sector educativo requería de una persona con liderazgo y compromiso para hacer frente a los retos que trajo la pandemia.

El libro de texto gratuito aprobado durante su función y que puede ser puesto en práctica en agosto, carece de enseñanza de matemáticas para primero de primaria. Afectará a millones de niños y los déficits provocarán ausencia de pensamiento matemático y ya no podrán recuperarse en el futuro. Los libros Nuestros Saberes llegarían con sólo 13 páginas, de 258 y el de primero de primaria con sólo 11, también de 258, en materia de matemáticas.

Es decir, desaparecieron este importantísimo tema del plan de estudios, como señala Raúl Rojas, profesor de la Universidad Libre de Berlín. Además, matemáticos que analizaron los libros detectaron ejemplos y problemas mal planteados. Será un futuro terrible y habrá muchas diferencias sociales, advierte Carlos Bosch, del Departamento Académico de Matemáticas del ITAM.

El tema es bastante grave y se agrega a todos los que hasta hoy ha abarcado el Primer Mandatario, destructor por excelencia de todo lo que adorna a nuestro país. ¿Le importa México? ¡Definitivamente no! Le importa ganar las elecciones y preservar ese espíritu destructor a través de quien sea el sucesor.

Fuente: www.latitudmegalópolis.com Para DeReporteros

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