Metropoli

PAN solicita a Batres gestionar cierre de Termoeléctrica de Tula; su producción daña calidad de aire de CDMX

Se ha pedido en reiteradas ocasiones el cierre de la Termoeléctrica.

El diputado Aníbal Cañez Morales solicitó al jefe de Gobierno, Martí Batres, realizar las gestiones necesarias ante la Federación, para el cierre de la Planta Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”, ubicada en Tula, Hidalgo, ya que representa un riesgo significativo para la calidad del aire en la Ciudad de México.

“Es preocupante que siga funcionando la Termoeléctrica y agravando la mala calidad del aire principalmente en época de estiaje que vive la Ciudad”, declaró el diputado del PAN.

Agregó que la Termoeléctrica de Tula, genera contaminación al generar electricidad a base de combustóleo, lo que daña el aire, la salud y acelera de manera “brutal” el cambio climático.

De acuerdo al panista, la generación de energía eléctrica en esta planta ocasiona uno de los mayores problemas de contaminación en sus poblaciones cercanas y en la Zona Metropolitana del Valle de México, debido a dos principales causas, el gran volumen anual de combustibles que se consumen y queman, así como la larga vida útil de esta planta y la preferencia de mantener en funciones esta central. 

“Esto ha traído consecuencias graves en la calidad del aire en la Ciudad de México y en sus habitantes. Para asegurar una calidad de aire suficiente para las futuras generaciones y combatir al cambio climático que afecta a nuestra Ciudad, se deben concluir las actividades de generación de energía eléctrica en la Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”, así como cesar su funcionamiento, buscando nuevas alternativas para la generación de energías limpias”, destacó.

La Central Termoeléctrica de Tula “Francisco Pérez Ríos”, es una empresa paraestatal de la Secretaría de Energía que comenzó sus actividades en 1975 y actualmente es operada por CFE. 

La Central Termoeléctrica de Tula cuenta actualmente con cinco unidades generadoras de electricidad de vapor convencional, que genera 300 MW (megavatios), y uso dual de combustible a partir de gas natural y combustóleo principalmente (80% en promedio). 

No obstante, debido al uso de combustible fósil con alto contenido de azufre (4 por ciento peso), la Central Termoeléctrica de Tula representa una de las principales fuentes de emisión de partículas PM2.5 y óxidos de azufre en el país.

Aunado a lo anterior, la Central Termoeléctrica de Tula junto con la refinería Miguel Hidalgo aportan casi el 90 por ciento del SO2 y el 80 por ciento del NOx de la emisión total en el Estado de Hidalgo.

Es precisamente el uso de combustóleo, la causa de las grandes emisiones de gases de efecto invernadero y de emisión de partículas contaminantes al aire por su alto contenido de azufre (entre 3.5 por ciento y 4 por ciento), incumpliendo las Normas Oficiales Mexicanas NOM-016-CRE y NOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-2005, que establecen para esa zona un contenido máximo de 2 por ciento.

La Termoeléctrica de Tula produce concentraciones ambientales de Materia Particulada con diámetro de 2.5 micrómetros (PM2.5) y óxidos de Azufre (SOx) especialmente altas en sus inmediaciones. El combustóleo que usa es el culpable de que, la mayor parte del tiempo, se rebase la norma en la materia en toda la cuenca de Tula.

En 2020, a pesar del cierre de actividades debido a la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19, sólo 108 días la calidad del aire fue buena, y para 2021, sólo 127 días fueron buenos; estamos hablando que, en promedio, 248 días en cada año la calidad del aire no fue buena, puntualizó.

En la foto: Diputado Aníbal Cañez Morales

Foto: Cortesía

Arriba