«La Grilla en Rosa» de Fabio. (versión que ya regresa tras hacerse guaje un rato)
Es un crimen, por decir lo menos, lo que hace el régimen mediocre y autoritario que padecemos al querer que los niños mexicanos, cuya educación de por sí no era lo mejor, pero tampoco estaba tan mal, sean ahora adoctrinados para adorar al régimen y ser muy ignorantes.
Porque los tales libros no son de texto ni gratuitos, pues hacerlos cuesta una megalana. Con montón de errores, planeados, hechos e ilustrados por ignorantes fanáticos, que pretenden crear una masa de ignorantísimas generaciones que no piensen ni critiquen pero sigan votando por la dictadura del mesías que se siente creado por Zeus en persona.
En secreto hicieron los panfletos y, tras el alud de críticas y negativas de uso y de amparos por parte de los papás, escuelas, maestros y gobiernos estatales, la ‘información’ de quienes se metieron a hacer estas cochinadas fue reservada 5 años.
Eso sí, el Iluminado, siempre dispuesto a defender narcos, delincuentes, corruptelas de todos los morenistas y burradas como estas, ya salió a decir que están chidos los libritos y que se van a distribuir, pese a los mandatos judiciales en contra. Ya ven que el líder no conoce la palabra legalidad.
La pregunta obligada y repetida es: por qué, si la educación pública está tan buena en el país, el patético hijo menor del mesías y su no-primera esposa está en una escuela en Londres y no en alguna preparatoria de alguna ciudad media del país.
El régimen es como su creador: corrupto e hipócrita.
AHORA LA CULPA ES DEL TRIBUNAL ELECTORAL
Después de una andanada de insultos, mentiras, difamaciones y revelaciones ilegales de información confidencial de la suspirante Xóchitl Gálvez, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dijo amablemente al mesías que ya le bajara la espuma a su chocolate y que dejara de insultar a Xóchitl. ¿Ustedes creen que hizo caso? Claro que no.
Fiel a su papel de la mula que va de nuevo al trigo, el mesías volvió a hablar mal de Xóchitl y a violar la ley, cosa que le viene guanga, pues ya ven que le importa poco otra reglamentación que no sea la que él diga. Vino lo inevitable: le tuvieron que callar el hocico y a decirle que bajara los videos de sus misas en las que insulta a la hidalguense.
Después de eso, primero fingió demencia y ya no acordarse del montón de insultos y burlas que dirigió a la senadora, quien tuvo que volver a tacharlo de machito hocicón y ponerle todo lo que de ella dijo. Este lunes, ese mismo bocón nos sale con que el Tribunal Electoral ¡tergiversó lo que dijo! Aynomaaaá…
Siempre lo he dicho y se ha dicho: el mesías sólo es valiente detrás de su atril; fuera de él, es un simple acosador escandaloso y cobarde.
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