Columnas

Maíz transgénico, otra vuelta a la tuerca de presión

Por Silvia Ortiz Ruiz

El pasado jueves Estados Unidos solicitó a México el establecimiento de un Panel de Solución de Controversias en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La Cámara Nacional del Maíz Industrializado afirma que los señalamientos de que el maíz transgénico hace daño a la salud “no tienen ningún fundamento científico para negar su acceso al país”. Así, los industriales del maíz respaldan a Estados Unidos en su decisión de llevar a un panel arbitral el caso del maíz transgénico.

CIUDAD DE MÉXICO (23/08/2023).- Tomando en cuenta que México es centro de origen del maíz y de que, después del petróleo, de este grano agrícola es de donde se obtienen más derivados, además de que somos el quinto productor mundial después de Estados Unidos, Brasil, Rusia y Ucrania, es de suma importancia abordar el tema del cereal en este espacio de la industria manufacturera, ya que como se recordará el pasado jueves Estados Unidos solicitó a México, a la Secretaría de Economía (SE) en concreto, el establecimiento de un Panel de Solución de Controversias en el marco del tratado comercial de América del Norte, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Esto, por la decisión del gobierno mexicano de restringir las importaciones de maíz transgénico.

En retrospectiva, esta situación se da, primero, a través de un decreto publicado en 2020, en el que se advierte que México cerraría sus fronteras a la entrada del maíz amarillo o transgénico a partir del año 2024, y ante las protestas del vecino país del norte, en febrero pasado el gobierno mexicano publicó un segundo decreto que busca dar mayor claridad al tema y señala que “los organismos genéticamente modificados hacen daño a la salud”, por lo que prohíbe la entrada de maíz transgénico para consumo humano y sólo se permitirá la entrada de la semilla transgénica para consumo animal y procesamiento en diversas industrias, hasta que se encuentre un sustituto al grano.

El maíz transgénico es cualquier variedad de maíz modificado mediante técnicas de ingeniería genética para que con genes de otros organismos, tenga un crecimiento acelerado o un tamaño más grande.

A decir de Marcela Martínez Pichardo, presidenta de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado, aun cuando el segundo decreto “brinda un poco más de claridad” al tema, afirma que los señalamientos en el sentido de que los organismos genéticamente modificados hacen daño a la salud, “no tienen ningún fundamento científico para negar su acceso al país” en el marco del T-MEC.

En cambio, el gobierno dice lo contrario y se mantiene firme en su postura en el sentido de que, número uno, la regulación nacional es consistente con los compromisos suscritos en el T-MEC; y número dos, las medidas impugnadas no tienen afectaciones comerciales, dice la dependencia encabezada por Raquel Buenrostro. Pareciera que se le olvida que México es deficitario de maíz, ya que importa, principalmente de Estados Unidos, el 40% del producto que se consume cuya cantidad asciende a 45 millones de toneladas –entre maíz amarillo y maíz blanco—. Además, Marcela Martínez Pichardo argumenta “que no existe la posibilidad para tener acceso a un maíz libre de organismos genéticamente modificados”.

Industriales mexicanos respaldan a Estados Unidos

La directiva me dijo en una charla reciente que aplaude la decisión de Estados Unidos de llevar el caso del maíz a un panel arbitral y más aún considera que es bueno porque se va a aclarar, con argumentos basados en la ciencia, si los organismos genéticamente modificados son dañinos o no para la salud, “no lo va a decir ninguna empresa o compañía”, lo van a determinar estudios basados en la ciencia, dice. Y al frenarse las importaciones de maíz transgénico, la directiva estima que esta situación llevaría a encarecer los productos de la canasta básica, que son más de 19, entre los que destacan el aceite, el huevo y la carne de cerdo.

Así las cosas, ¿qué sigue? La siguiente etapa procesal será la designación de los miembros del panel. Posteriormente, los relatos de los panelistas deberán emitir un calendario procesal. Conforme a los plazos previstos en el propio T-MEC, se calcula que la decisión del panel se puede dar a conocer en el transcurso de 2024.

Hasta aquí mi comentario que se difunde cada miércoles de 5 a 6 de la mañana por “La mejor información al amanecer”, de Vero Méndez, un noticiario de W Radio.

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