Finanzas

En México, solo 12 de cada 100 personas tienen condiciones de bienestar: ingreso digno y cero carencias

La cantidad y proporción de personas en pobreza aún son inaceptables.

En México más de la tercera parte de la población vive en pobreza, lo cual atenta contra el bienestar de las personas e inhibe el ejercicio de los derechos a la educación, a la salud, a la protección y la seguridad social, así como el derecho a la vivienda digna y a la alimentación, señaló Acción Ciudadana Frente a la Pobreza en su “Escala del Bienestar”.

La pobreza tiene raíces estructurales en la economía, pero también en las acciones y decisiones de los gobiernos.

Las recientes cifras del INEGI sobre ingreso y gasto en los hogares, así como los de Coneval sobre medición de la pobreza, muestran algunos resultados positivos en los últimos años; sin embargo, también revelan situaciones alarmantes.

Un análisis de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza sobre dichos indicadores muestra realidades graves que requieren atención y acciones tanto de la sociedad como de los gobiernos. En especial para quienes asumirán los nuevos cargos tanto en la Presidencia de la República, como en la Cámara de Diputados, en la de Senadores y en los gobiernos locales.

El panorama

Si bien entre 2018 y 2022 es una buena noticia que hay una reducción en la pobreza del 42% al 36% de la población, la pobreza extrema creció: Son 400 mil personas más en la condición más grave de ingreso y carencias que afecta a 9.1 millones de personas.

La pobreza es mayor para niñas y niños, de 48% en menores de 5 años y 47% en los de 6 a 11 años, con efectos de larga duración.

El rezago educativo registra un incremento de 1.5 millones de personas, casi en su totalidad son personas jóvenes de 12 a 29 años.

El acceso a servicios de salud creció más del doble, de 16% a 39%; es decir 30 millones de personas más, para ubicar un total de 50 millones y la carencia por acceso a seguridad social se mantiene como la más alta.

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza elaboró el documento gráfico Escala del Bienestar, para visualizar la dimensión de los rezagos. Entre los principales indicadores destacan que:

Sólo 12 de cada 100 personas en todo el país tienen condiciones de bienestar: Ingreso digno y sin carencias

En esa misma situación están 12 de cada 100 mujeres; 7 de cada 100 niñas y niños; 10 de cada 100 personas jóvenes; 3 de cada 100 personas indígenas y 8 de cada 100 personas con discapacidad.

En conferencia de prensa para mostrar los resultados del análisis, integrantes del Núcleo Coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, destacaron que estos datos muestran que las estructuras que producen pobreza no se han transformado y algunas decisiones recientes han empeorado la situación.

“Las causas estructurales de la pobreza requieren acciones de los gobiernos y de la sociedad. Este momento es especialmente importante y como sociedad civil podemos incidir en los planes y prioridades de quienes asumirán los nuevos cargos en los gobiernos y en el Congreso, a nivel federal y local”, subrayaron

En su pronunciamiento, agregan que, para lograr un México sin pobreza, urge garantizar políticas de Estado para el cumplimiento de derechos, como al trabajo digno y al emprendimiento productivo, a la educación, a la salud, al cuidado y la protección social, así como el derecho al medio ambiente sano y al cuidado de la riqueza natural para las futuras generaciones, y al interés superior de la infancia como principio de todos los derechos.

De esta manera, Pilar Parás, Adalberto Saviñón y José Manuel Domínguez, integrantes del Núcleo Coordinador de la organización, plantearon que es indispensable establecer una política de Estado que garantice, respete, proteja y promueva los derechos humanos con equidad e inclusión, conforme lo mandata el Artículo 1o de la Constitución: Construir un país con derechos.

Propuestas y acciones urgentes

De cara a los retos que se avecinan, se plantean una serie de propuestas y acciones urgentes hacia los próximos años, mismas que serán presentadas en fechas próximas a quienes aspiran a cargos de elección popular, tanto a nivel federal, como local.

Cambios estructurales

1. Transitar del paradigma de crear empleos con salarios bajos y sin derechos laborales a un nuevo modelo que vincule la mejora en la productividad, en las remuneraciones y los derechos laborales

2. Crear un sistema universal de protección social, progresivo y no condicionado al trabajo, un piso garantizado de derechos sociales, para todas las personas que incluya al menos: acceso a servicios de salud, a servicios de cuidado para niñas, niños y otras personas que los requieren (enfermas, con discapacidad, adultas mayores) e ingreso garantizado para personas sin trabajo o que no pueden trabajar.

Estrategias prioritarias

1. Salario mínimo suficiente para cubrir dos canastas básicas e incentivos para el impulso del sector empresarial al ingreso digno.

2. Sistema nacional de cuidados con infraestructura suficiente y ampliación de Escuelas de Tiempo Completo.

3. Política de empleabilidad para jóvenes, para quienes presenten rezago educativo y un programa de aprendices y de primer empleo.

4. Fondos y apoyos para el fomento a la economía social y al emprendimiento productivo.

5. Padrón único de beneficiarios de los programas de transferencias monetarias, para que sean asignadas con transparencia, con acceso garantizado a hogares y personas en pobreza y con mecanismos de blindaje contra los sesgos políticos.

Acciones de emergencia

1. Programas de regularización y recuperación de aprendizajes.

2. Programa de “regreso a la escuela” para niñas, niños y jóvenes que se ausentaron en los últimos años a causa de la pandemia.

3. Integración operativa de servicios públicos de salud (al menos el IMSS) para garantizar la atención de la población sin distinción.

4. Garantizar el abasto completo y oportuno de medicamentos a todas las unidades de salud y recuperar la cobertura del programa de vacunación cercana al 100%

5. Evitar el uso clientelar y político de los programas sociales de transferencias de los tres órdenes de gobierno

México no es un país pobre, es una economía de ingreso medio alto, con gran capacidad productiva y exportadora. La cantidad y proporción de personas en pobreza aún son inaceptables. La reducción de la pobreza demuestra que es posible avanzar más y más rápido mejorando el ingreso laboral.

La ruta para lograr un México sin pobreza y con derechos es una tarea que convoca a todas y todos, sin distingo de partidos, ideologías o intereses. Debe ser la prioridad de los gobiernos y de la sociedad.

El documento completo del análisis y el texto del pronunciamiento se pueden consultar en

La conferencia de prensa se puede encontrar en el canal de YouTube de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza https://www.youtube.com/watch?v=7jnnCNAeP6M

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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