Columnas

El circo tropicaloide de la politiquería en Acapulco, Guerrero

La presidente de la Mesa Directiva en el Congreso de Guerrero.

Por Baltasar Hernández Gómez

La fotografía que acompaña este breve texto no es el de una mujer que muestre su felicidad por estar en una de las bahías más hermosas del mundo, Acapulco, que tiene entre otras cosas una temperatura de 26 grados todos los días, sino que exhibe a una «representante local en el congreso del estado de Guerrero, México», cuyo nombre es Yoloczin Domínguez Serna, colocada ahí por las fuerzas de dominio en el partido Morena y además por quien tiene los dedos en el tablero de control estatal (el padre biológico de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, el todavía senador Félix Salgado Macedonio).

Esta señora joven, vestida con camisa tipo polo con el imagotipo del partido en el poder en México, Morena, deja ver una falsa alegría, pose que replica a la muy cuestionada cantante pop Gloria Trevi, apareciendo con una imagen juvenil para tratar de llegar a posibles electores de la contienda próxima 2024 y así obtener primero la candidatura y luego colarse por los efectos mismos de un subsistema político-electoral que no legítima, sino que solamente legaliza la democracia procedimental.

Desde hace 9 meses, sus baterías de marketing político, la intentan posicionar como figura pública para lograr la presidencia municipal de Acapulco, impulsando una raquítica táctica de manejo de prensa donde se exhiben fotos y pies de foto de sus reuniones de trabajo legislativo, entrega de juguetes, dádivas escolares y alguna que otra barrida o limpieza a veinte metros de la calle donde vive… No más.

Lo que se puede ver de su desempeño público es que impulsa una imagen de mujer sensual, mostrándose con entallados pantalones y vestidos para dejar ver sus atributos comprados y así seguir estando en la preferencia de su(s) patrocinador(es).

De qué es lo que piensa, proyectos sustentables, beneficios tangibles en obras, servicios públicos y desarrollo económico sin programas clientelares y populistas no ha mostrado absolutamente nada. 

Toda la plataforma de campaña anticipada evidencia ignorancia, incongruencia y desdén, por decirlo menos, porque lo importante para ella y su «equipo» es seguir representando lo más atrasado de la política local y hacer ver que lo externo, el sometimiento y la ignorancia irresponsable son los únicos elementos que importan para estar en un sitio de poder.

Así como Yoloczin Domínguez Serna, otros pretensos candidatos(as) se pasean mostrando sus carencias de pensamiento, exhibiendo sus miserias intelectuales, pero sobre todo enseñando que para ellos y la clase en el poder tropicaloide, nacional e internacional, la imagen hueca, la pesca en yate de lujo, la foto comiendo alimentos con gente pobre, rodeándose de afamados políticos y gobernantes de dudosa reputación y haciéndose mártires de causas imposibles, traten una y otra vez arrancar -a como dé lugar- votos a electores ingenuos.

Y no, no es violencia política de género ni misoginia, es  una postura de simple observación y análisis de las personas que como ella ven y hacen ver a la política como un espacio reservado para quienes no tengan vergüenza de utilizar cualquier medio, por insensato y degradante que sea, para llegar a puestos de elección popular y proseguir succionando de la ubre del sistema.

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