Columnas

Graves incidencias

Por: ERNESTO MADRID

Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que prevalecerá la unidad entre sus corcholatas pese al resultado y que incluso se reunirá con las o los que resulten perdedores porque son sus hermanos, personas muy responsables y no son ambiciosos ni vulgares, la realidad del caso es que el grupo de trabajo del excanciller Marcelo Ebrard denunció que ha habido algunas irregularidades en el proceso interno de Morena.

En el fondo, lo cierto es que el resultado advierte un tercer sacrificio del aspirante que se ve más preparado para dirigir los caminos de coordinador de los comités nacionales de la Cuarta Transformación, hablamos de Marcelo Ebrard que se ve complicado que de su brazo a torcer frente a un juego democrático doblegado a los mandatos de un solo hombre.

Si bien es cierto que como funcionario fue imprescindible caracterizado por su capacidad para asistir a los foros internacionales que le correspondían al Presidente, que no quiso enfrentarse a sus pares de otros países, que igual se enfrentó con Trump, compro medicamentos, vacunas, pipas para atacar el supuesto huachicoleo y hasta medió en conflictos comerciales, quizás solo le den las gracias.

No puede pasar inadvertido que Marcelo declinó en el año 2000 a su candidatura a jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, por el Partido del Centro Democrático, para agregarle a López Obrador 4% de la votación a petición de su mentor Manuel Camacho Solís, que vivió una traición como la que se advierte hoy, frente a Carlos Salinas de Gortari.

Igual en 2011, sucedió otra historia similar. “Cuando se dieron a conocer los resultados de la encuesta del PRD para designar candidato, Jesús Zambrano, presidente del partido, que tanto impulsaría la opción de Marcelo Ebrard frente a la de López Obrador que venía de la irremontable y traumática derrota de 2006″, hizo el siguiente relato:

“Al conocer los resultados de las cinco preguntas que se hicieron en cada una de las encuestas, Ebrard despertaba mayores simpatías y tenía más probabilidades de crecimiento, por lo que una de las lecturas que podían hacerse era la de un empate técnico entre ambos” en donde le dejaron en claro a López Obrador que realidad, cualitativamente, las encuestas daban un empate, pero Obrador fue muy impulsivo y aguerrido al no aceptar esta postura y dijo que él había ganado, que iba a ser candidato y si por el PRD será por otro partido y ahí nació su espinita de crear su propio movimiento, no sin antes, Marcelo Ebrard le cediera el paso.

Ahora, a unas horas de que se den a conocer los resultados que apuntan a que será al final su corcholata incondicional Claudia Sheinbaum, dice que no será necesaria una reconciliación porque “son personas muy responsables todos (…) no son ambiciosos vulgares están luchando por una transformación. Es distinto, aquí se lucha por ideales, se lucha por principios, se lucha por el pueblo”.

Solo que los representantes del aspirante que no le garantiza ‘impunidad’ y que de entrada ya a cuestionado su política de seguridad y de salud, acusaron que la encuesta madre de Morena es la que mayor inconsistencias tiene por lo que todo apunta a lo que advirtió Marcelo Ebrard que el derroche de recursos públicos, las horas-hombre de empleados del gobierno que llevaron las consignas a los beneficiarios de los programas de Bienestar para coaccionar que la buena es Claudia hoy quedará confirmado con una mujer al frente de la Coordinación.

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