México

La mesa estaba puesta para inaugurar el Tren Interurbano México-Toluca desde la administración de Enrique Peña Nieto

Tren Interurbano corre por terrenos federales.

Este 15 de septiembre, con la presencia del presidente López Obrador se dio el arranque de operaciones del Tren Suburbano México-Toluca, ceremonia en la que el secretario de Comunicaciones Transportes, Jorge Nuño Lara, se ufanó de la obra pero tuvo cuidado de mecionar que este proyecto es uno de los más emblemáticos de la administración de Enrique Peña Nieto.

Durante el anunció, Nuño Lara dijo: “Hoy el Gobierno de México entrega a las familias mexiquenses un tren con tecnología de punta, amigable con el medio ambiente, que ofrece un recorrido cómodo y seguro.

Entregamos al servicio del pueblo las primeras 4 estaciones del Tren Interurbano: Zinacantepec, Toluca Centro, Metepec y Lerma, que suman en total 20 kilómetros (km) de recorrido, añadió.

Esta primera etapa de conectividad ferroviaria ha requerido una inversión de más de 35,000 millones de pesos (mdp) y ha generado 6,500 empleos directos y 18,000 empleos indirectos, aportado desde su construcción importantes beneficios para los habitantes de esta región”.

Sin embargo, al concluir la administración de Peña Nieto, la obra tenía importante avance y no se inauguró en diciembre de 2017 como estaba planeado, porque “alguien” metió su negra mano para que surgieran “inconformes” y se tuviera que parar la obra.

Un poco de historia

El 13 de septiembre de 2015, en Toluca, Estado de México, el secretario técnico del Gabinete de Enrique Peña Nieto, Roberto Padilla Domínguez, supervisó la ruta del Tren Interurbano México-Toluca que iniciaría pruebas operativas a finales de 2017. 

Se tenía contemplado que el tren correría a una velocidad de 160 Kilómetros por hora y utilizaría tecnología de última generación que colocará a México a la vanguardia del transporte masivo.

Acompañado por el secretario técnico de la Comisión Intersecretarial de Gasto Público, Financiamiento y Desincorporación maestro Alberto Peredo Jiménez, así como representantes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Secretaría de la Función Pública, y de los Gobiernos del Distrito Federal y Estado de México; Padilla Domínguez constató que el tren contaría con dos terminales la de Zinacantepec y Observatorio, y con cuatro estaciones: Terminal de Autobuses, Metepec, Lerma y Santa Fe.

En esa fecha se tenía estimado que el costo de la obra superaría los 42 mil millones de pesos y que se concluiría en el tiempo previsto, “cabe señalar que será el primero en su tipo en América Latina”, dijo el funcionario.

“Los beneficios que traerá consigo esta obra de infraestructura moderna, se encuentran que durante los 57.7 kilómetros de distancia a recorrer se realicen en 39 minutos desde Zinacantepec en la capital mexiquense a Observatorio, por otro lado está la reducción en gastos de operación vehicular, mayor movilidad para las personas al disminuir el tráfico vehicular, baja en el índice de accidentes, generación de más de 50 mil empleos entre directos e indirectos, y sobre todo mejor calidad de vida entre los usuarios”, afirmó Padilla Domínguez. 

Durante el recorrido se pudieron observar las máquinas en operación, el instalado de pilas, zapatas, columnas, así como cabezales, y el trabajo que se estaba realizando en ese momento, en tres de las estaciones.

Sin duda, la visión del entonces Presidente Enrique Peña Nieto era que la obra pondrá a México a la vanguardia del transporte masivo de pasajeros.

El Tren México Toluca actualiza su ruta; correrá por terrenos federales

El 14 de octubre de 2015, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en coordinación con el Gobierno del Distrito Federal (GDF) realizaron ajustes técnicos al trazo del Tren Interurbano México-Toluca y modificaron 4.3 kilómetros la ruta original.

De esta forma el Tren ya no correría sobre Avenida Vasco de Quiroga, sino por Barranca del Río Tacubaya para llegar al metro Observatorio, con la intensión de afectar mínimamente a los vecinos del pueblo de Santa Fe y a vecinos de Álvaro Obregón y Cuajimalpa.

Los predios por donde pasará el Tren son en gran parte federales, pertenecientes a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

La coordinación entre la SCT y el GDF en este proyecto reafirmaba el compromiso de ambas instancias de gobierno con la ciudadanía.

Alternativa de transporte de pasajeros segura, rápida y cómoda

El 3 de noviembre de 2015, ya con un avance de la obra de 16 por ciento, José Antonio Rodarte Leal, el entonces coordinador general de Centros de la Secretarñia de comunicaciones y Transportes (SCT), aseguró que, “el Tren Interurbano México-Toluca constituirá una alternativa de transporte de pasajeros segura, rápida, cómoda accesible de precio y ecológicamente sustentable”

Dijo que, “el transporte tendrá un tiempo de recorrido entre ambas ciudades de 39 minutos, lo que representa una reducción en el traslado del 50 por ciento, aproximadamente”.

Durante una conferencia magistral en el Instituto Tecnológico de la Construcción (ITC) de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Rodarte Leal explicó que el tren sería una obra de ingeniería moderna

“El proyecto consiste en un servicio ferroviario regional que atenderá la problemática de transporte que se presenta en el corredor, que abarca la Zona Metropolitana del Valle de Toluca, y el tramo interurbano que conecta a la capital mexiquense con el Distrito Federal.

Durante su etapa de construcción generará 17 mil empleos directos y 35 mil indirectos. Actualmente se tiene un avance general del 16 por ciento y su construcción se terminará en los primeros meses del 2018 e iniciará pruebas pre operativas en abril del mismo año.

Rodarte Leal aseveró que con el Tren se atenderá la necesidad de un sistema troncal de transporte, capaz de mantener la calidad de servicio e incrementar su capacidad conforme a los requerimientos de la demanda”. 

Destacó que las obras de la SCT estaban blindadas en materia de transparencia, con un representante del Órgano Interno de Control, un Notario Público, un representante de Asuntos Jurídicos y un testigo social nombrado por la Secretaría de la Función Pública, quienes validaron los procesos del proyecto.

En el evento estuvieron presentes el presidente de la CMIC, Gustavo Arballo Luján y el director general del ITC, Gilberto Caballero Gutiérrez.

La obra avanzaba en tiempo y forma, con total transparencia toda vez que no solo era supervisada por representantes de varias instituciones, sino también se publicaba de manera puntual en la página de la Presidencia de la República, las licitaciones, las empresas ganadoras de las adjudicaciones y los montos económicos de cada una de ellas.

Continuará…

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