Columnas

Rebasados por los migrantes

Por: ARMANDO RÍOS RUIZ

No sé de cuándo data el dicho de que todos los caminos conducen a Roma, pero debe ser muy viejo. Hoy y desde tiempo inmemorial, todos los caminos conducen a Estados Unidos. La gente de todo el orbe quiere consolidar el sueño americano, acicateada por la pobreza y en menor escala por las guerras. El principal blanco es el país vecino del norte.

El problema ha alcanzado en estas fechas dimensiones de espanto para nuestro país, que se ha visto completamente maniatado y rebasado en todos los sentidos para contener los flujos de migrantes centro y sud americanos, e inclusive de otras naciones alejadas de nuestras coordenadas, como de África, y de algunos países orientales. Estas pobres personas van de paso, pero optan por quedarse cuando las limitaciones para arribar a su destino se tornan difíciles.

La semana pasada, migrantes que utilizan nuestro suelo como camino de tránsito, provocaron grandes problemas. El arribo de migrantes del Caribe y Centroamérica indujo el encierro de 60 trenes de Ferromex. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó que se volviera a colocar alambre de púas en la ciudad de Eagle Pass, en la frontera con Coahuila.

Después de que las autoridades federales cortaran estos cables, el republicano pidió que se reinstalaran, para evitar que fueran usados rumbo a Estados Unidos. Las pérdidas por tratos comerciales son de 40 millones de pesos diarios. Se reportaron varados en Aguascalientes, Irapuato, Ciudad Juárez y Torreón. Lourdes Aranda, directora de Relaciones Institucionales y Comunicación del Grupo México, propietario de Ferromex, admitió que están rebasados.

La Asociación de Transportistas, el Consejo Coordinador Empresarial, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, el Colegio Regional del Autotransporte de Carga y el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación y otros organismos, reprocharon a Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación y a Alicia Bárcenas, de Relaciones Exteriores, “la negligencia de la omisión al no intervenir ante la grave problemática por los migrantes que desordenadamente y en grandes números, arriban a la ciudad”.

Parece que el tema no es para que ellas se despeinen y que permanecen con la mente nublada, en espera de que el Presidente diga o discurra algo para poner alguna especie de remedio, el que sea, que evite que sean invitadas a discurrir alguna posible solución.

La situación también dará una justificación a Greg Abbott, una vez que postule su candidatura a la Presidencia de su país, para arremeter contra México por hacer demasiado poco en contra del arribo de los migrantes. Sin tomar en cuenta que nuestro país no cuenta con los elementos suficientes para frenar esa marea, sino sólo con la voluntad de un mandatario que no atina más que a culpar a instancias como la ONU, por no hacer nada en todo el mundo, ante la ola explosiva de migrantes que invaden a los países europeos y a EU.

Donald Trump descubrió que echar culpas a los mexicanos como candidatos, es altamente redituable. Es el camino que seguramente habrán de tomar el gobernador de Florida, Ron DeSantis, a quien los legisladores le aprobaron una medida para postularse, así como el vecino texano.

Mientras tanto, los mil y un problemas que derivan del asunto migratorio habrán de continuar, se antoja, de manera imparable. No se vislumbra cómo podría ponerse remedio desde cualquiera de las dos naciones, como el impacto al cruce de mercancías. La semana pasada se reportaron mil 500 camiones de carga, con las consiguientes pérdidas millonarias.

Se nota que en Estados Unidos, las autoridades piensan en cómo actuar para resolver el inmenso problema, sin importar que México resulte severamente afectado. Pero mientras, aquí, el Presidente busca culpables, como la ONU y el propio Estados Unidos. ¿Pero las otras voces que irremediablemente tienen que ver con el asunto? ¿Por qué no ha emitido una opinión?

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