Día Mundial de la Salud Mental, 10 de octubre.
La mayoría de las personas piensan que los medicamentos y la terapia hablada, son los tratamientos más eficaces en psiquiatría y psicología para tratar problemas de salud mental, pero con cada vez mayor frecuencia, los médicos apuntan ahora a un tratamiento más visceral: la música.
“Para las personas que padecen síntomas de depresión y ansiedad, la música puede llenar sus corazones, su mente, su alma y volverse una línea de vida”, comentó el doctor Segundo Robert-Ibarra, psiquiatra del Hospital Houston Methodist. La música representa una especie de herramienta sónica.
“La música es una forma de acercarse a las personas que tienen resistencia a la terapia tradicional de conversación. El dolor y la depresión pueden secuestrar la mente y crear una sensación de no sentirse uno mismo. Escuchar música que tenga un significado personal, puede ser una manera de que la gente recuerde quien era antes de vivir un trauma”, mencionó el doctor Segundo Robert-Ibarra.
Este acercamiento no tradicional, conocido como terapia musical, ha demostrado tener un significativo potencial para tratar el dolor, la culpa y la soledad, así como también la depresión y la ansiedad.
Este tratamiento está disponible para pacientes en algunos de los hospitales más vanguardistas del mundo como en el Hospital Houston Methodist, institución que además dirige investigaciones para aprender más acerca de los efectos que tiene la música en el cerebro.
Los problemas de salud mental van a la alza
Las herramientas adicionales para tratar los problemas mentales son siempre bienvenidas. Según la Kaiser Family Foundation, cerca de la tercera parte de los adultos en Estados Unidos, 31.6%, han reportado síntomas de depresión y ansiedad en el 2021. En Texas es un poco más alto; 34.2%.
Durante la pandemia de COVID-19, con el encierro inducido y los sentimientos generalizados de miedo y preocupación, se agudizó la prevalencia de estos problemas mentales. Muchos tuvieron que lidiar con la soledad, depresión o ansiedad y presenciar a otros enfrentarse a estos problemas.
Pero también la pandemia hizo más consciencia de la necesidad de tener más recursos de auto-cuidado para la salud mental, incluyendo el uso de la música para influenciar el estado de ánimo de las personas. En un episodio de Stranger Things de Netflix, uno de los personajes que está procesando la muerte violenta de su hermano, se inspira para escapar de un monstruo literal y figurativo a través de su canción favorita de 1985 de Kate Bush, Running Up that Hill, cuando sus amigos se la ponen para que la escuche. La escena resonó tanto con la gente, que la canción escaló a los Top 10 de esa semana en los Billboard Charts.
De alguna forma, el potencial terapéutico de la música no es de sorprender dado el rol central que ha tenido en el arte a través de la historia. Usualmente, la mayoría de nosotros, nos refugiamos en nuestros headphones o earbuds como una forma de cuidarnos, buscando tonos suaves cuando la ansiedad o la tristeza nos pega, o tonos energéticos cuando queremos levantarnos.
¿Qué hace realmente la terapia musical?
En 2019 en un estudio realizado en el Hospital Houston Methodist, los especialistas encontraron que tocando música conocida se influía positivamente en la conectividad del cerebro para los pacientes que se están recuperando de un derrame cerebral.
Aunque todavía los investigadores siguen queriendo saber cuál es el mecanismo exacto en cómo la terapia musical afecta al cerebro, la Asociación Americana de Terapia Musical (American Music Therapy Association) reporta que es mucho más clínica y basada en evidencias.
Por ejemplo, conectarse con la música puede:
· Activar regiones del cerebro e influir en los recuerdos, las emociones y la toma de decisiones
· Bajar el ritmo cardiaco y la presión arterial
· Relajar la tensión muscular
· Aliviar el estrés
· Inducir una sensación de calma
“La música es muy pegajosa porque interactúa con múltiples partes de nuestro cerebro,” acotó John Head, terapeuta certificado del Hospital Houston Methodist.
“Puede ayudar a normalizar un espacio caótico como es un hospital o el encuentro con un monstruo. No curará la depresión o alguna otra condición de salud, pero es una herramienta muy útil para ayudarnos a manejar los síntomas”, añadió Head.
Foto: Flow