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Dos Bocas, 80 años para recuperar su inversión

Por: ERNESTO MADRID

“El principal desacierto de la actual administración fue la construcción de Dos Bocas, que, en su costo original, tenía una proyección de retorno de inversión de 30 años en condiciones óptimas, pero ahora que se elevó su costo necesitaríamos 80 años, cuando ya no habrá mercado de gasolinas y diésel, por lo que parece haber sido más un capricho que una decisión colegiada”, sentenció Luis Chavarría CEO de Kepler Oil and Gas.

La realidad de fondo es que es cierto ya que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) confirmó que la refinería Olmeca, ubicada en el puerto de Dos Bocas, en Tabasco, terminará costando entre 16 mil y 17 mil millones de dólares, lo doble del presupuesto original de 8 mil millones de dólares, pese a que algunos analistas consideran que superará los 18 mil millones de dólares.

Otro detalle lamentable que advierte el especialista es que “la refinería podrá producir por arriba de los 300 mil barriles de combustibles hasta dentro de cuatro años”, tomando en cuenta que el punto óptimo de las refinerías de México es que produzcan al 86% de su capacidad, ya que por arriba de ese porcentaje ocupan más energía de la que producen, mientras que por debajo de ese número no se aprovecha al máximo tener prendida una refinería.

¿QUÉ ERA MEJOR?

Que “en vez de gastar tanto dinero en Dos Bocas, se pudieron haber invertido esos recursos en darle mantenimiento a las seis refinerías del Sistema Nacional de Refinación (SNR) y llevarlas de un 45% de producción que registran actualmente, al óptimo de 86%, con eso hubiera sido suficiente para lograr la llamada autosuficiencia en combustibles”, consideró.

Contrario a lo que ha afirmado el presidente Andrés Manuel López Obrador y su exsecretaria de Energía Roció Nahle, Luis Chavarría dejo en claro que la producción de la refinería, durante una primera etapa, arrancará con una producción de menos de 100 mil barriles diarios, de los cuales la mayoría de ellos serán de diésel y el resto será de gasolinas no terminadas (blancas) a las que le harán falta oxigenantes como el etanol o el éter metil terbutílico (MTBE) para poder ser comercializadas.

Por lo que el Gobierno tendrá dos opciones, “mandar las gasolinas no terminadas a las refinerías de Tula, Salamanca o Madero a que terminen de procesarlas o exportar estas gasolinas blancas a otro país donde la mezclen con los oxigenantes para poder comercializarla, países como Brasil serán los primeros en levantar la mano para adquirirlas”.

Sin embargo, los productos de alto valor, como gasolinas, turbosina o diésel apenas representarán un 20% del total, mientras que el resto serían productos de bajo valor como asfaltos o combustóleo.

OTRO DATO

“La refinería no tiene ductos de salida, por lo que no tiene conexión hacia los ductos de la zona centro y norte del país, por lo que la gasolina que se produzca en Dos Bocas tendrá que afrontar importantes retos para llegar a los puntos de mayor consumo, que son CDMX, Guadalajara, Monterrey y Tijuana”, apuntó.

Para que pueda salir el combustible del puerto de Dos Bocas, el Gobierno tendrá que invertir en autotanques, lo que, a la larga, también terminará deteriorando las carreteras de la región, es decir, la ubicación de la nueva refinería no fue la óptima, ya que enfrentará importantes retos logísticos, pero Roció Nahle y Adán Augusto, que donó el terreno, no hicieron caso a los impactos ambientales que se le advirtió y terminaron por sacar al encargado de estos estudios.

De

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