Por: ARMANDO RÍOS RUIZ
Es obvio, pero además notorio, que la enorme diferencia entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Galvez, está en el discurso. La primera no tiene uno propio y la segunda sí. Esta circunstancia pone en cierta ventaja a la segunda, aunque frente a una elección de Estado no es gran cosa.
El Presidente tiene en mente echar mano de todos los recursos, económicos y armados para ganar. Esto quiere decir que está dispuesto a actuar como sabe. Con la ventaja que le otorga la investidura presidencial para despilfarrar, como acostumbra. No sabe tocarse el corazón para botar los recursos que no son de él y por lo tanto, invertirá en su desangelada candidata la cantidad que sea necesaria para llevarla al triunfo.
Le urge más que cuidar su vida, porque esta actitud se la conservará fuera de alguna cárcel. Otro recurso que ha utilizado en otras contiendas electorales y que le han reportado excelentes resultados, es la intimidación, con el uso de los incondicionales criminales, a quienes ha respetado y preservado sus derechos al mantenerlos impunes y muertos de risa.
La estrategia de abrazos y de elogios a esas organizaciones se ha traducido como la invitación no velada, sino ya descarada y cínica, a utilizar las mismas tácticas intimidatorias, como ya hemos sido testigos durante esta administración, durante otros comicios. Inclusive no se ha escondido para felicitarlos desde su salón mañanero y para agradecer su comportamiento.
Ese es el Goliat que desde ahora enfrenta la candidata de la Coalición Opositora, que tendrá que hacer acopio de conocimiento, sin importar que sea tomado de quienes la acompañan. De inteligencia y de imaginación, que le resultan superiores a su contrincante. Pero también tendrá que aceptar el permanente consejo de asesores conocedores de materia electoral, para no caer otra vez en el chiste vulgar o en proferir palabras inadecuadas, sólo por pensar que resultarán graciosas. Muchos millones de mexicanos prefieren la seriedad.
Permanecer fuera de esta equivocada estrategia no le hará ningún daño. Al contrario, la obligará a buscar hasta encontrar, los recursos verdaderos que la ayudarán a impostarse en la aceptación de la población y seguramente de muchos indecisos que esperan dar su reconocimiento a quien mejor lo merezca.
Debe aprovechar la ventaja que le brinda un contrincante con rostro para nada amigable, sino de suyo rechazable y sin expresión, que más ofrece una apariencia siempre de incomodidad e inconformidad. Duro y hasta molesto. Acompañado también de una voz plana que no es capaz de despertar la mínima emoción. Como dice un analista: “ni en su pareja.”
¿Qué podría aportar para emocionar? Bueno, el dinero de unas arcas cada vez más vacías, en las entregas bimensuales que ya aumentarán para continuar con la compra de votos más caras de la historia, y que amenazan con desaparecer mañana por el hecho de agotarlas. No falta mucho.
¿Ofertas novedosas? No existen. Continuará con los abrazos a los criminales. Con las entregas de dinero convertidas en programas sociales. Con la desaparición de instituciones y leyes. Con los programas ideados por su jefe, de acabar con la aniquilación del único poder paralelo que aún continúa erguido: la Suprema Corte, para seguir adelante con el propósito de imponer una dictadura, ya sin este bastión que por hoy, aún respeta y hace respetar las leyes.
Estos son los verdaderos ofrecimientos que acompañarán la campaña de la candidata del Presidente. Ella misma lo ha reiterado en numerosas ocasiones, porque le resulta imposible desligarse de su maestro. Somos muchos los que coincidimos. Su presencia es opaca, sin luz propia y carente de ideas.
Estos son elementos que debe aprovechar Xóchitl, quien ya ha dado muestras claras de poseer lo necesario para superarla en todo. Es más sensible. Tiene mejores ideas y es mucho más ágil mentalmente. Elementos que debe aprovechar junto con su ingenio, que está obligada a usarlo con precisión.
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