Por: ARTURO RÍOS RUIZ
* El mismo AMLO, lo declaró
* La pinza se cierra cada vez
La observación nos conduce a recordar la novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez, “El general en su laberinto”, con el estado que hoy nos muestra el presidente:
Fue su octava novela y en ella narró el último tramo del viaje que hizo Simón Bolívar al río Magdalena, casi sin aire en sus pulmones, moribundo, de camino a la quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, donde moriría, finalmente, en diciembre de 1830.
Quién fue Premio Nobel de Literatura, en su trabajo expone a Un Simón Bolívar cansado y confuso en sus conceptos, debilitado y con actitudes inquietas y pensamientos hacia su final.
Las similitudes observadas se deben al estado anímico que, desde todo febrero, ante la cercanía de entregar el cargo gubernamental y que debería abandonar el poder, el presidente ha reforzado su actitud plena de rijosidad contra lo que ha resurgido sobre los males cometidos a lo largo de su función.
Los últimos días, el apodo más elocuente es “Narcopresidente” que le caló hasta los huesos y demandó al INE parar el hashtag que se ha multiplicado aquí y ha sobrepasado las fronteras en cuyos países hace estragos a su personalidad.
Al mandatario, se le multiplican los problemas, el último es que él mismo anunció que sobreviene una andanada contra sus hijos:
Reveló que el diario The New York Times le hizo llegar un cuestionario para aclarar una investigación que se realiza sobre el supuesto financiamiento del narcotráfico a su campaña presidencial, ahora en el año 2018, cuando resultó electo. Además, hubo señales que van sus descendientes.
Con sus palabras aseveró, que hay una investigación que deja ver una supuesta entrega de dinero a sus hijos y reveló que el ultimátum le daba hasta las 17:00 horas del miércoles pasado para para responder la solicitud. Así, adelantó la nota que estábamos por conocer.
Referente a los retoños de apellido López Beltrán, paulatinamente se han dado a conocer por los medios sus andanzas de los fabulosos negocios a través de amigos cercanos de José Ramón, el más activo y exhibicionista de todos, pero no faltan Gonzalo Alfonso y José Manuel, el famoso “Andy”.
Los vástagos, se han dado un festín con todo tipo de negocios que se han exhibido profusamente en los medios de comunicación y por más de los intentos para desviar la atención el imaginario en general ya los tiene marcados como parte de la corrupción.
Con palabras cortas y desatinadas, el mandatario busca la confusión que no le funciona ante la obviedad dada a conocer, en algunas se trata de videos, otras escritas y a todas la descalifica sin acertar.
También ya se conoce con claridad los hombres de los hermanos y otros parientes cercanos en las tropelías de la pudrición familiar, todos han actuado logrando millones de a montón. Se trata de una familia sumamente feliz.
Quedaron en el olvido aquellas promesas que el presidente manifestó en su toma de posesión que tanto gustó: “Barrer la corrupción de arriba para abajo”. El resultado es que más se afinó.
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