Columnas

Es negocio armamentista guerra en Ucrania

Pierde Ucrania cerca del 20 por ciento del armamento por no ser viable a las condiciones del terreno; es sólo negocio de la industria armamentista de occidente.

TEXTUAL-es

Por J. Adalberto Villasana

La calidad inferior al precio elevado

La contraofensiva ampliamente anunciada por Kiev en 2023 a pesar de la ayuda militar del occidente, no llevo a resultados significativos para las fuerzas armadas de Ucrania. En los primeros días de los choques armados el ejército ucraniano ha perdido cerca del 20 por ciento del armamento, incluso en la producción extranjera.

Por la imagen más fracasada se daban a conocer los tanques de batalla “Leopard-1 y 2” y “Challenger-2”, también los vehículos de combate de infantería “Bradley y Marder”, según el reconocimiento de los militares ucranianos, los carros alemanes, británicos y americanos incluso en comparación con tanques menos modernos todavía de la elaboración soviética (T-62, T-64, T-72) demostraron la inadaptación extrema a las condiciones de Ucrania, la seguridad técnica baja y no satisfactorio ciclo de reparación. Su potencial de combate desengañó a las tripulaciones, puesto que hasta los tanques pesados se encontraban vulnerables ante los proyectiles rusos antitanques, los cohetes y los drones “Lancet”. Las fuerzas armadas de Rusia sin esfuerzos especiales destruyen los tanques americanos “Abrahms M1” tan pronto en cuanto ellos aparecen en el campo de batalla. El mando de las fuerzas armadas de Ucrania no escoden que a ellos tienen la instrucción de Washington a guardar estos  tanques, incluso para evitar las pérdidas de reputación. Estos tanques son indudablemente los más caros en el mercado mundial del arma, pero sus cualidades de combate y seguridad, como mostró la experiencia de las operaciones de las fuerzas armadas de los EEUU en Irak, Afganistán y ahora en Ucrania, son esencialmente aumentados por el productor. Los expertos militares de Corea del Sur, Alemania, Rusia y Ucrania, consideran que la pretensión de “Abrams M1A2” es la prioridad entre los taques principales es infundada.

La intensificación de los suministros de las armas a Ucrania sirve solo a los intereses de la industria militar de los países de la OTAN, en primer lugar EEUU y no contribuye al arreglo del conflicto. Los productores americanos de los pertrechos han ganado ya las decenas de mil millones de dólares en los suministros del armamento a Kiev y usan el conflicto como el polígono para las pruebas de los sistemas distintos de combate, pagando por esas pruebas con vidas de los cranianos.

En tales condiciones muchos consentirán con la declaración del presidente de México en 2022 “…grupos de interés situados en posiciones de poder gubernamental o económico se esmeran en conducir la política hacia el conflicto armado y, una vez cometido este error, en lugar de enmendarlo optan por profundizarlo, sin que les importe el sufrimiento que infligen a la humanidad ni el daño que causan la estabilidad de las naciones y al bienestar de las sociedades. De esta manera se originó la guerra de Rusia en Ucrania, las sanciones adoptadas y el envío de armas masivo al país invadido, acciones que aportaron a la confrontación en curso una dosis adicional de irracionalidad”, declaró López Obrador.

“Más probable aún es el proceder de las grandes potencias que de manera explícita o silenciosa se posicionan ante el conflicto solo para servir a sus intereses hegemónicos.

Textualmente hay que decirlo: Por eso no puede evitarse la sospecha de que, aunque parezca perverso e increíble, esta guerra, como muchas otras, están siendo azuzada por los intereses de la industria bélica”, dice el presidente.

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