Columnas

Emiliano y las elecciones de la muerte

“La Grilla en Rosa” de Fabio (versión que detesta al inhumanista chillón)

Cada tanto tiempo, en el baño de sangre que es el México actual, hay gotas de sangre más rojas que las otras. En Paraíso, Tabasco, un niño de once años fue baleado tres veces por los delincuentes que querían secuestrar a su mama. A gritos decía “¡No me quiero morir!”, pero terminó muriendo por las heridas… y porque no había insumos suficientes para atenderlo en el hospital al que lo llevaron.

Un niño de once años baleado por los hijos de perra que el narcopresidente tanto defiende. Una muerte más que no debió ser; un niño más que muere por la directa responsabilidad del corrupto comprado por los narcos; otro niño muerto por violencia, como violencia es haber dejado a otros infantes enfermos de cáncer y de otras enfermedades sin medicinas y tratamientos, listos para que la muerte se los llevara en el sexenio más humanista de la historia.

Y encima, la burla: un funcionarete del desgobierno de Tabasco salió a decir que no era niño, que era “adolescente”, como si eso fuera a revivir a Emiliano, que así se llamaba la víctima.

En este punto, puede uno asegurar con toda certeza que los politiquitos de Tabasco están completamente imbéciles, empezando por el mesías.

Peor aún: el segundo presidente más popular de su casa, cuando se dignó a hablar del caso este jueves, en su perorata dijo que: “No, es algo que se presentó lamentablemente y aunque se enojen -como estamos en temporada electoral- y todo lo que sea para perjudicarme a mí, más que es mi estado… Es mentira que querían secuestrar a su mamá, lo querían secuestrar a él. Todo lo magnifican, me quieren perjudicar. Los obnubila el dinero».

O sea, como siempre, la víctima no fue el niño asesinado, si no el bebito geriátrico que en su enferma mentecita sociópata no puede concebir que alguien sea asesinado impunemente por su culpa (al chiquear a los narcos porque le compraron el trasero con lana ilegal para ‘ayudarlo’ a ser presidente, y lo siguen ‘ayudando’ para que gane el narcopartido) y que el muchacho imberbe solo murió para joderle la vida. Eso es sufrir, no payasadas.

Ya harta, en serio, la misma previsible y chillona reacción del vejete a cada tragedia ajena: cuando no se victimiza, se ríe, minimiza o trivializa el asunto o insulta a la víctima.

Una razón más, por si faltaran, para botar a los morenarcos y su fundador en 2 de junio.

EL EVENTO FATAL DE ÁLVAREZ MÁYNEZ

En este proceso electoral que no deseontona con el sexenio como el más sangriento de la historia, faltaba la cereza del pastel de muertes relacionadas a la política, que desafortunadamente llegó la noche de este miércoles en San Pedro Garza García, Nuevo León, en un mitin en el que estaba el esquirol Álvarez Máynez en el cierre de campaña de una candidata de Movimiento Ciudadano.

Para tal efecto montaron un escenario como de concierto de rock, aunque la calidad de los invitados era como fiesta chafa de Cepillín, escenario de gran tamaño que nunca tomó en cuenta las condiciones climáticas para su montaje.

Un fuerte viento tiró completamente la estructura cuando el borracho fosfo fosfo estaba en el escenario. Murieron 9 personas y más de setenta quedaron heridas.

Varios apuntes: tanto el borracho fosfo fosfo como su compadre, el adolescente metido a gobernador Samuel García, dijeron que el viento fue inesperado. Mentira: las previsiones del clima fueron muy claras al anunciar lluvias y ventarrones en Nuevo León.

Por la calentura electoral, a bote pronto varios opinaron con burla de la caída del escenario, y tuvieron que recular ofreciendo disculpas que se hubieran ahorrado si no hubieran twitteado a lo menso. El periodista Héctor de Mauleón y el senador Emilio Álvarez Icaza le dieron municiones a la secta, a la que se le olvida cómo ellos se han burlado de otras desgracias.

Tercero: justo en el momento en que el borracho fosfo fosfo se siente el todas mías y que va en segundo lugar de preferencias, llega esta desgracia, y para más desgracia para sus delirios de superioridad, su reacción cuando caía la estructura: la candidata a la que fue a ‘acompañar’ quiso abrazarlo buscando seguridad y éste la aventó y se echo a correr al más puro estilo de “los fosfo fosfo y los niños primero”. En redes ya no lo bajan de cobarde. Hay karmas que llegan de forma extraña, pero llegan.

Me imagino que el ex convicto Dante Delgado debe tener la panza aguada en este momento, tratando de hacer control de daños a la muy pobre imagen de los anaranjados. Vaya manera en que pusieron a su partido esquirol en su lugar.

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