Solo falta saber de quién es el negocio, de los casinos.
La valiente denuncia que presentó el oficial Gabriel Núñez Lozoya, destapó la cadena de casinos con máquinas tragamonedas que hay al interior de diversas Zonas Militares en la República Mexicana, algo que, se supone, tienen prohibido.
La mañana de este miércoles, el oficial Gabriel Núñez Lozoya llegó al Centro de Mando de Iztapalapa, mejor conocido como Contel, donde fue recibido por mandos a los que expuso sus denuncias y se elaboraron varias actas.
Al salir de la reunión con mandos de la Guardia Nacional, el oficial Gabriel Núñez Lozoya compartió que le habían comentado que en la Zona Militar de Michoacán, en el área de casino ya había retirado las máquinas tragamonedas, así como en Guanajuato, Guadalajara, Torreón y Monterrey. “Tal parece que ordenaron a todas las zonas militares que quitarán esas máquinas para evitar que otra persona pueda denunciar”, acotó.
Compañeros del oficial que lo esperaban a la salida y que realizaban, junto con sus familias, una protesta, comentaron que, “en las zonas militares fomentan el juego de azar, la usan los soldados, peculado ya que usan las instalaciones y luz eléctrica de la nación, y a elementos en activo administrando las máquinas para beneficio personal de los altos mandos”.
Gabriel Núñez Lozoya, ex elemento de la Policía Federal hoy incorporado a la Guardia Nacional, fue echado del servicio en Chichen Itzá, Yucatán, donde estaba destinado a realizar labores de vigilancia, donde grabó un video para apoyar su denuncia de que, dentro de la 32 Zona militar en Valladolid, Yucatán, opera un casino con máquinas tragamonedas dentro de un tendajón donde les venden frituras y refrescos, entre otros.
Debido a que solicitó al mando de la 32 Zona Militar de Valladolid, dar la autorización para proceder a la denuncia correspondiente, el militar se negó y en respuesta lo echó del destacamento sin dinero ni ningún apoyo por lo que el oficial Núñez Lozoya emprendió el camino a pie hasta la Ciudad de México.
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A la salida de la larga reunión, el oficial Núñez Lozoya comentó que, “quiero dejar claro que esto no es por dinero, esto es por dignidad. He tenido contacto con soldados o marinos en la Guardia Nacional, con muchos jóvenes que están en esa división de camino y tienen cientos de quejas, por abusos de sus coordinadores, pero no pueden desacatar una orden por sus principios de abnegación.
Hoy compartiré algunos pines qué tuvieron trascendencia y obligaron a la autoridad competente a hacer cambios, una situación pasó en el servicio denominado Caracol donde expuse la deficiencia qué existe en la alimentación y fue atendidas por personal del CAF, donde el personal de administración y finanzas superviso mi queja y el día de hoy los compañeros que asisten reciben una alimentación digna.
En la zona militar en Acapulco mí queja tuvo trascendencia que cambiaron cien colchones sábanas cobijas arreglaron los baños y la alimentación fue mejorada.
Me gustaría que sea revisado porqué un coordinador de compañía elabora preventiva de pagó, como me lo hizo el inspector José Elías Rincón Naranjo aun cuando estaba mí licencia médica activa y registrada en recursos humanos, pero con el argumento que yo a él no le informé me pasó falta por 4 día y sin revisar en mi kiosko o darme a conocer, es más sin presentarse por qué me cambiaron de Compañía sin informarme.
Nunca se tomó la iniciativa de al recibirme con licencia médica en su compañía de campo, informar que a partir de la fecha estoy a su cargó y no hacerle llegar información me provocó el elaborar la preventiva de pagó y causando daños considerables a mi familia que ya no fue asistida.
Se que hay una oficina de preventiva de pagos y una de recursos humanos que deben realizar las consultas y verificar que no estamos faltando, y sean los que realicen las preventiva de pagó”.
Ahora, tanto el oficial Núñez Lozoya como sus compañeros esperan que los altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Guardia Nacional, por fin les den el trato digno que merecen y apliquen las sanciones que corresponde a las graves violaciones que se cometen al interior de las Zonas Militares y contra los elementos de la extinta Policía Federal.
Foto de portada: Casino en la 32 Zona Militar en Valladolid, Yucatán
Foto interior y video: Cortesía
