Debido al incremento en el nivel del mar y tormentas, eventos originados por el calentamiento global, los habitantes en las islas del Pacífico Oriental y el mar Caribe pierden espacio costero y recursos como agua dulce, o experimentan la salinización del terreno y con ello afectación a la agricultura, es decir, las islas se van haciendo cada vez más pequeñas, explicó la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM, Elva Escobar Briones.
Las islas del Pacífico Occidental son naciones, al igual que las del Caribe, donde la zona económica exclusiva excede el territorio que está emergido; esas comunidades han estado ahí siempre, han navegado, conocen perfectamente su entorno, su vida está ligada al océano y las generaciones futuras también dependen de este.
Escobar Briones señaló que el cambio climático se refiere, entre otros fenómenos, al aumento en el nivel del mar y de la temperatura, a la acidificación del océano y la desoxigenación de este. Con el calentamiento de la superficie el océano es menos productivo y con ello la producción pesquera disminuye, lo que afecta a pescadores y a la economía de las comunidades.
La experta adscrita a la Unidad de Ecología y Biodiversidad Acuática del ICML coincidió con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, quien durante la ceremonia de apertura del Foro de las Islas del Pacífico, en Tonga, invitó a los jóvenes de los estados insulares del Pacífico a que hagan oír su voz, porque el mundo necesita su liderazgo.
Escobar Briones manifestó: António Guterres está consciente de que estamos casi a la mitad de la Década de Naciones Unidas para las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, que inició en 2021 y termina en 2030.
Debemos tener claro que con el cambio climático las especies van a migrar a regiones del océano más productivas y oxigenadas, y con menos contaminación. Con ello, los jóvenes tienen grandes oportunidades para contribuir a hacer cambios en temas del océano para detener la tendencia que conlleva pérdidas en la diversidad y su vida ligada al océano, precisó.
Entre los desafíos que enfrenta la juventud está revertir los efectos de degradación ambiental y extracción no sustentable de recursos. Desarrollar capacidades, tecnología y generar conocimiento es un imperativo para recuperar un océano limpio, saludable, diverso, productivo y resiliente, libre de riesgos para las comunidades costeras, con una toma de decisiones participativa para restaurar la relación entre la sociedad y los océanos.