Metropoli

Durante 2024 en todo el país se registraron 33 mil 396 sismos de diversas magnitudes

·  China tiene cerca de 10 mil personas que trabajan en aspectos sísmicos, México solo 180

.  Correlación de los microsismos con las barrancas que hay en las zonas, donde hay fracturamientos que se reactivan

·  El CICM hará una revisión de las normas y protocolos de actuación para toda la variedad de fenómenos

Cuatro elementos son fundamentales para el buen funcionamiento de un sistema de alerta sísmica: conocer el fenómeno; tener un sistema de medición y monitoreo; contar con un sistema de difusión del alertamiento y, esencial, tener los planes de respuesta o de contingencia para saber cómo actuar, pues si no sabemos qué hacer no importa ninguno de los otros tres, explicó el doctor Carlos Miguel Valdés González, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.

El doctor Valdés González detalló que en el 2024 hubo 33 mil 396 sismos en todo el país, un promedio de 91 movimiento al día, aunque la mayoría pasaron desapercibidos. 

Agregó que en las zonas donde han ocurrido sismos importantes, es solo cuestión de tiempo para que vuelvan a suceder; un ejemplo es la Brecha Sísmica de Guerrero, que se encuentra entre Acapulco e Ixtapa Zihuatanejo, donde no se ha registrado un sismo de magnitud mayor a 7.4 desde 1911. De acuerdo con el investigador, los escenarios posibles son que se presenten sismos de magnitudes para liberar energía, o que ocurra un sismo de magnitud 8 o mayor, 100 kilómetros más cerca de la Ciudad de México que el de 1985, el cual no sería más intenso, pero podría tener una duración mayor.

Al abordar lo que se puede hacer, el experto destacó que México es de los países pioneros en contar con un sistema de alerta sísmica, la cual es una herramienta poderosa; aclaró que el tiempo de alertamiento es variable, dependiendo de cuándo y dónde se detecta la ubicación del origen del sismo. 

Precisó que actualmente el Servicio Sismológico Nacional cuenta con 100 estaciones sismológicas en todos los estados de la República, siendo Oaxaca y Guerrero donde se tienen más, con 16 estaciones. El doctor Valdés presentó un comparativo respecto a China, país que tiene cerca de 10 mil personas que se dedican a trabajar en aspectos sísmicos (una persona por cada 130 mil habitantes), mientras México tiene a lo mucho 180 personas dedicadas a ello, por lo que sería deseable que hubiera más.

El académico planteó lo que se puede hacer para disminuir el riesgo sísmico, “hay que entender que el riesgo tiene que ver con dos aspectos: el peligro, que es el fenómeno que no podemos detener y no podemos controlar, y la vulnerabilidad. Disminuyendo la vulnerabilidad, tanto social como estructural, se disminuye el riesgo y esto aplica para cualquier fenómeno”.

De manera precautoria y en lo estructural, Valdés González recomendó identificar la zona sísmica en la que uno vive, a través del Atlas Nacional de Riesgos; conocer la fecha de construcción de la vivienda; verificar que haya suficientes y adecuadas columnas y acero empleado en la construcción para la seguridad estructural; asegurar inmuebles; en el domicilio actual, identificar y marcar con fecha las grietas y fracturas, así como su largo y separación, para comparar después de un sismo; colocar advertencias en edificios que no están reforzados para un sismo.

En cuanto a la prevención social, recomendó: establecer protocolos de actuación con la familia y en el trabajo; realizar simulacros; contar con una mochila de emergencia y una memoria usb con documentos importantes; colocar lámparas de mano en varios puntos del domicilio; trazar y conocer rutas de seguridad e identificar obstáculos para salir u objetos que podrían caer; cerrar energía eléctrica y gas; establecer cómo actuar con las personas adultas mayores y personas con capacidades diferentes; asegurar que cierre la puerta del refrigerador para que no se caigan alimentos y no tener que ir de compras; contar con dinero en efectivo; reforzar el calentador de agua, para evitar fuga de gas y que el agua que contiene se puede utilizar en caso de desabasto; si se encuentra dentro de un auto, no parar bajo cables de electricidad. Posterior a un sismo: establecer comunicación vía telefónica breve; no difundir rumores, contar con un silbato para poder pedir ayuda en caso de quedar atrapado entre escombros.

El especialista desmintió algunas creencias: el llamado “triángulo de vida” aplica para construcciones livianas, de madera por ejemplo, pero no de concreto, como la mayoría de las construcciones en México; los fenómenos luminosos durante un temblor se deben al choque de cableado de electricidad, no a la “turboluminiscencia”, la cual se da con un tipo de rocas que no hay en la Ciudad de México; los sismos son más complejos que la clasificación popular de oscilatorios y trepidatorios; los animales no predicen los sismos. En resumen, puntualizó: “tiembla cuando la tierra ha acumulado suficiente energía”.

Respecto a los microsismos de la zona de Mixcoac, Valdés González explicó que hay una correlación de las fallas con las barrancas que hay en las zonas, donde hay fracturamientos que se reactivan, pero ahora se identifican más por la densidad poblacional, y puede haber una o un conjunto de causas: nuevas fallas o fallas que se están reactivando; extracción de agua, hundimiento de la Ciudad o influencia de sismos lejanos.

A su vez, Jesús Campos López, vicepresidente técnico del XL Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles de México  (CICM), señaló que el Colegio hará una revisión de las normas y protocolos de actuación para toda la variedad de fenómenos, los lugares en donde suceden, las circunstancias de las personas cuando se registran los eventos, entre otros aspectos.

Ruta para identificar zona sísmica: Atlasnacionalderiesgos.gob.mx  Monitoreo de fenómenos, Geológico, Sismos

Acerca del Colegio de Ingenieros Civiles de México

El Colegio de Ingenieros Civiles de México, A.C. fue constituido el 7 de marzo de 1946 por un grupo visionario y establecidos sus principios básicos, de conformidad con la Ley Reglamentaria del Artículo 5º Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones y al Código Civil para el Distrito Federal, en Materia Común y para toda la República en Materia Federal. Dicho ordenamiento establece entre sus objetivos el vigilar el ejercicio profesional, promover la expedición de leyes, reglamentos, auxiliar a la administración pública, proponer aranceles profesionales, prestar la más amplia colaboración al poder público como órgano de consulta e interlocución del Estado, colaborar en la elaboración de planes de estudio profesionales, entre otros aspectos. Visítalos en: https://cicm.org.mx/ y sigue sus redes sociales.

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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