“La Grilla en Rosa” de Fabio
Para el futbol nacional, Cuauhtémoc Blanco es lo que representa Gerardo Fernández Noroña a la política nacional: un muerto de hambre que carece de educación, buenas maneras, lenguaje, presencia, respeto a las mujeres y siquiera el salario mínimo de decencia.
Inflado como “ídolo” a partir de que jugó para un equipo que le va muy bien por su carácter prepotente y tramposo, el jorobado de Tepito nunca ganó ningún premio importante y su carrerita no pasó más allá de las fronteras de este país, en el que todavía hay quienes ven a este imbécil como un modelo de vida a seguir.
Metido a político porque en 2015 le pagaron 7 millones de pesos en efectivo, más un millón y medio extras para él y su representante, departamentos de lujo en Cuernavaca y camionetas de lujo para pasear su barriobajera anatomía, con tal de que el desaparecido Partido Social Demócrata lo captara como candidato a gobernar Cuernavaca, el naquito se distinguió por ser muy bravo para la transa, junto a su representante, Juan Manuel Sanz, y su hermano.
Desde su llegada, los cuernavacenses conocieron las transas del pambolerito, que nunca se esforzó ni tantito en capacitarse para gobernar, pero estuvo siempre dispuesto al dispendio, a la fiesta y a reunirse con los capos que siembran el terror del narco en las tierras de la eterna primavera.
Desaparecido el partidito que lo lanzó, como la cabra tira al monte, Blanco se fue a tracalear con Morena, alta escuela de corrupción que perdona los pecados con tan sólo lamer las suelas de su fundador. Y como al parecer los habitantes de la capital de Morelos, y los morelenses en general, están lobotomizados y padecen una generalizada escasez de ácido fólico, votaron por este imbécil para ser su gobernador.
En el pecado llevaron la penitencia: en Cuernavaca todavía tienen que pagar las deudas que les dejó, mientras que su paso por la gubernatura dejó su cauda de deudas, transas, empoderamiento del narco y acusaciones de abuso sexual y violencia doméstica contra el naco capitalino. Fue tanta la corrupción que ni su protector, San Mesías Virgen, Mártir y Narco, lo pudo proteger y por eso lo metieron a web a diputado y evitarle así que la justicia lo alcance.
Ya se vio la efectividad de hacerlo diputadito, uno al estilo del hombre disfrazado de mujer que se hacía María Clemente -o sea, un perfecto inútil cobrando en el erario sin hacer nada-: la media hermana de Blanco lo acusó de abuso sexual. Tan sólo esta causa hubiera tirado a cualquier político en otro país, pero estamos en México, y peor aún, en el México morenizado, así que pa’ pronto se cerraron las filas oficiales para proteger a tan distinguido hijo de perra.
También se supo que le puso una tunda a su esposa, que grabó en video cómo pidió auxilio a los cuicos que la “cuidan” junto al jorobas, mismos que la tiraron de a lucas y nada hicieron por detenerlo por violencia doméstica.
No importó que, supuestamente, las diputadas morenistas estaban de acuerdo en votar todas por desaforarlo, pero aquí entró de nuevo en acción el realismo mágico mexicano que traería güey al mismísimo Juan Rulfo: a la mera hora, en la sesión de este martes, montones de viejas del oficialismo que no tienen vergüenza, amor propio, pensamiento de bienestar colectivo o siquiera tantita madre, le hicieron bolita protectora para que las otras diputadas nada le dijeran a su jorobas de pirrín inquieto y dídimos inexistentes.
Este miércoles, la marionetA salió de su ataúd a decir que pues sí, ella está con las mujeres, tanto como lo estuvo con los niños del Rébsamen y con los muertos de la Línea 12, pero que contra el jorobas “no había pruebas suficientes”. Ah, mira tú. Porque las pruebas que la media hermana y la esposa presentaron le valieron puritita y dos con sal a su desgobierno.
Volvió a funcionar la maquinaria de “Impunidad al Corrupto” ® del mesías, incapaz de reconocer un sólo error y aún menos capaz de encerrar por delincuente a nadie que pertenezca a la secta, por graves que sean los delitos. ¿Justicia a las víctimas? Con los jueces ya designados por los morenistas aún antes de la payasada de elección judicial, quiero ver cómo les va queriendo un veredicto justo contra un morenista que las dañó.
Por último, la presidentE con cara seca del desierto de Atacama vuelve a mostrar lo obvio: que es un objeto ocupando la silla (no se puedo decir adorno, porque la horrorosa Sheinbaum no califica ni como decoración de película de terror), que no es la que gobierna; que hace, dice y obedece lo que le manda hacer el mesías cobarde desde su escondite.
De vergüenza la secta morenarca, sus calenturientos delincuentes y la impunidad que les dan. Pero peor sus mujeres, bola de borregas agachonas y cobardes. Esas sí llegaron todas.
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