Columnas

Papables 2025

Sebastián Godínez Rivera

El deceso del Papa Francisco no puede ser leído como la desaparición de uno de los líderes religiosos más importantes del planeta, sino como el inicio de un proceso político entre las diversas facciones que tienen cabida en la Iglesia Católica. Desde mediados de marzo que Francisco estuvo en terapia intensiva, diversos nombres aparecieron en la opinión pública para ocupar el trono de Pedro.

En el siglo XX apareció el término papable para referirse a los cardenales que tenían amplias posibilidades de convertirse en cabeza del Estado Vaticano. Sin embargo, en la actualidad y en un mundo interconectado por las redes sociales, las especulaciones y nombres se han convertido en un tema que mantiene a católicos y no católicos a la espera del nuevo Papa. Ahora bien, analizar la sucesión papal desde un plano espiritual, sería un sesgo científico, puesto que los cardenales ingresan al cónclave con el objetivo de impulsar a un cardenal con una ideología y un proyecto de iglesia.

La baraja de nombres recorre los cinco continentes, incluso se han hecho semblanzas en varias partes del mundo sobre ellos; no obstante, entender El Vaticano como un Estado con un papel definido en el tablero internacional permite clarificar el panorama y con ello entender que cada cardenal está marcado por sus posicionamientos en sus naciones y su relación con jefes de estado y de gobierno. Este texto tiene el objetivo de quitar el velo católico al cónclave y analizar los perfiles como actores que se disputan el poder.

Pietro Parolín fue Secretario de Estado del Vaticano, sin embargo, los sectores progresistas del catolicismo lo consideran conservador ya que se ha opuesto al matrimonio entre personas del mismo sexo; mientras que la facción tradicional lo considera como un alfil del difunto Papa que podría continuar con los cambios. Europa Occidental ha perdido presencia en la Iglesia Católica, puesto que desde hace 40 años ningún italiano ha ocupado el trono de Pedro.

También suena el nombre de Matteo Maria Zuppi presidente de la Conferencia Episcopal Italiana identificado con el ala progresista del catolicismo, puesto se ha convertido en  el vocero de temas sociales como la pobreza, la migración y los derechos de las personas LGBTQ+. Cobró relevancia internacional al abogar por la paz en Mozambique (1992) e impulsó el diálogo desde que estalló la guerra ruso-ucraniana (2022-2025). Ha sido apodado como el “sacerdote de la calle” por su enfoque pastoral cercano a la gente, inspirado en Francisco. Su estilo es dialogante, inclusivo y progresista, priorizando la misericordia y la acogida.

Otro nombre es el del cardenal Luis Antonio Gokim Tagle oriundo de Filipinas y es considerado uno de los perfiles más progresistas y que ha sido muy crítico sobre las condiciones sociales y económicas de las personas; fue señalado de proteger delincuentes por parte del entonces presidente, Rodrigo Duterte. También se ha hecho conocido por su capacidad de manejar las redes sociales y estar en contacto con las nuevas generaciones en el ciberespacio.

Pierbattista Pizzaball, es el primer patriarca de Jerusalén en funciones, es decir, ostenta el cargo más alto en Oriente. Ha tenido un papel central en el conflicto de Hamás e Israel a través de sus llamados de paz. Se ha vuelto célebre por su visión humanista materializada en la siguiente frase, “Uno de los problemas que tenemos ahora es que tendemos a deshumanizar al otro. No deberían hacer esto”.

Mario Grech oriundo de Malta es cercano a la ideología bergogliana, puesto que promueve una Iglesia de puertas abiertas y a pie; incluso ha hecho un llamado a la conciliación entre todos los hombres y mujeres. En 2019, Grech fue nombrado secretario general del Sínodo, esta es una asamblea convocada por el Papa, donde los obispos de distintas partes del mundo asesoran al pontífice sobre asuntos importantes. Un año después, fue nombrado cardenal, lo que consolidó su influencia en la Santa Sede.

El cardenal oriundo de Luxemburgo, Jean Claude Hollerich, ha sido de los grandes críticos de la crisis que actualmente vive la Unión Europea (UE); su diagnóstico se basa en que la UE atraviesa una crisis de sentido y de esperanza. El ideal de sus fundadores ha quedado olvidado  y se ha limitado a una política puramente materialista, consumista e individualista, lo que ha dado alas al rechazo de una parte de sus ciudadanos y al auge del populismo que se alimenta de los miedos.

Desde África también hay un perfil progresista que es Peter Turkson, quien de llegar al trono de Pedro se convertiría en el tercer Papa de origen africano. Es cierto, que el continente africano ha sido excluido de la disputa geopolítica, pero en términos de fieles es una de las fuentes que más aporta al catolicismo. Turkson ha defendido el uso de preservativos, se opone a la criminalización de los homosexuales y ha tenido un papel central en llamados a la paz como en Sudán del Sur y  el conflicto postelectoral en Ghana de 2019.

En este punto algunos nombres más conocidos corresponden a cardenales progresistas y que buscan romper com las barreras que la iglesia tiene con sus feligreses, como Maria Zuppi; también hay religiosos que han encarado a líderes autoritarios como Tagle y que son muestra de la iliberalización de los liderazgos mundiales; y otros como Parolin son clasificados en el sector moderado, centrista y que no está en consonancia total con el Papa Francisco. Empero, existen otros nombres ligados a la política conservadora a nivel eclesiástico y que están ligados ideológicamente con los autócratas del mundo.

El arzobispo de Budapest, Péter Erdö, es cercano al Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, quien ha sido señalado de autócrata, iliberal y euroescéptico. Erdö ha sido de las voces que abrazan el proyecto político de Orbán en temas como renovar lugares de culto y recristianizar las escuelas en nombre de la defensa del cristianismo en Europa. Durante la crisis migratoria de 2015, declaró que ayudar inmigrantes ilegales podía ser considerado como tráfico de personas. Mantiene posturas ortodoxas respecto a la exclusión de los divorciados de la comunión, está en contra de los matrimonios homosexuales y rechaza firmemente el socialismo; esto derivado a que creció en la Hungría soviética.

Otra carta que podría atraer el voto conservador es Fridolin Ambongo, cardenal de la República Democrática del Congo, si bien no es un ortodoxo de la fe, si ha mostrado su inconformidad a dar la bendición a los homosexuales. En este tema se ha pronunciado de la siguiente forma “no podían bendecir a los homosexuales en África sin exponerse al escándalo, en el continente, aprobar la decisión del Papa Francisco causaría confusión y estaría en contradicción directa con la ética cultural de las comunidades africanas».

Incluso ha acusado que África sigue siendo colonizada culturalmente por Occidente, en relación a la ideología que pregona la inclusión de homosexuales. Ambongo ha cobrado relevancia debido a su intención de buscar una solución pacífica a la crisis política en la ex colonia belga, ya debilitada por un conflicto que ha provocado miles de desplazados y por el virus del Ébola, que sigue causando víctimas.

Otro aspirante del continente negro es el conservador Robert Sarah, proveniente de Guinea fue uno de los críticos más agresivos al papado de Francisco. Sus posturas versan sobre el derecho a la vida, es crítico de la inmigración masiva, el islamismo radical o la ideología de género. De convertirse en Papa se convertiría a la iglesia en un ente cerrada y agresiva con varias visiones que Francisco introdujo; asimismo, una de sus frases más radicales ha sido:

«Occidente ya no sabe quién es, porque ya no sabe ni quiere saber quién lo hizo, quién lo estableció, tal como era y tal como es. Occidente se niega a reconocer sus raíces cristianas. Al perder su fe, Europa ha perdido también su razón de ser. Está experimentando un declive letal y se está convirtiendo en una nueva civilización, desvinculada de sus raíces cristianas”.

Como podemos ver existen diversas corrientes en la Iglesia Católica que seguramente tendrán puntos de convergencia y disidencia en el cónclave que hoy inicia. Sin embargo, las diversas posturas son muestra del poder en cada una de las naciones de las que los cardenales son provenientes. Cada uno respaldado por su trayectoria, pero también por el poder político en cada país; los nombres expuestos con antelación solo explican los antecedentes de los cardenales que han sido más nombrados en la opinión pública.

De

Para DeReporteros

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