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Inyecciones para perder peso: lo que no se dice sobre su uso

* El uso de fármacos como la semaglutida se ha disparado por tendencias estéticas y redes sociales, pero su uso sin indicación médica conlleva riesgos graves

Los medicamentos inyectables para perder peso, como la semaglutidao la tirzepatida, se han convertido en una tendencia creciente en México, al prometer resultados rápidos para quienes buscan controlar la obesidad. Sin embargo, auque hay beneficios en su uso para casos específicos, es importante saber que no se tratan de una solución universal y que su uso prolongado plantea algunos desafíos que los pacientes deberíanconocer antes de iniciar un tratamiento de este tipo.

En principio, aunque se platea como un abordaje poco invasivo, implica aplicaciones periódicas y en México, el costo promedio de una pluma de semaglutida oscila entre 4,300 y 5,000 pesos al mes, lo que representaría más de 54,000 pesos al año

De este modo, “sostener el tratamiento por tiempo prolongado puede incluso superar el costo de una cirugía bariátrica realizada en hospitales privados del país y además implica dependencia a su aplicación para mantener los efectos sobre el peso”, explicó el doctor José Antonio Castañeda, cirujano bariátrico y metabólico con más de 20 años de experiencia.

De igual forma, su uso no está exento de efectos adversos, algo que las personas deben saber antes de tomar cualquier decisión. Entre el 30% y 45% de los pacientes reportan náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, dolor abdominal, indigestión y reflujo, dolor de cabeza y fatiga, mientras que se han presentado reportes menos comunes de complicaciones como pancreatitis y problemas en la vesícula.

Efecto rebote al suspender las inyecciones 

Por otro lado, el resultado se encuentra vinculado al uso constante del fármaco por lo que al suspender el tratamiento el peso tiene altas probabilidades de regresar. Los ensayos clínicos STEP, publicados en el Journal of the American Medical Association, muestran que los pacientes tratados con semaglutida recuperan en promedio dos tercios del peso perdido en un año tras suspender el medicamento, es decir, 67% del peso que habían perdido aun con asesoría nutricional.

En la práctica clínica, este fenómeno de reganancia se observa cada vez más: “En consulta veo muchos pacientes que por un tiempo experimentaron una pérdida inicial significativa de peso, pero que al interrumpir el tratamiento regresan rápidamente a su peso original, por lo que empiezan a considerar otro tipo de abordajes, como el quirúrgico”, señaló el especialista.

Castañeda enfatizó que la cirugía bariátrica no se limita a la pérdida de kilos en la balanza, sino que se logra un impacto integral en la salud metabólica del paciente. 

“Hemos visto remisión de diabetes tipo 2, mejoría en hipertensión arterial, reducción de apnea del sueño y normalización de colesterol y triglicéridos. Estos efectos no se consiguen con los medicamentos inyectables por sí solos”, afirmó.

Una decisión médica, no una moda

La obesidad es una enfermedad crónica y compleja que requiere un abordaje integral, para la que tanto los medicamentos como la cirugía son herramientas válidas, pero deben evaluarse caso por caso.

No obstante, Castañeda advierte que cada vez más personas recurren a estos medicamentos sin contar con supervisión médica, influenciadas por lo que ven en TikTok o Instagram o porque quieren lucir mejor para unas vacaciones o un evento, incluso sin ser candidatos ideales para su consumo y “en estas redes sociales no se habla de los riesgos o efectos adversos, solo de la pérdida rápida de tallas, lo cual crea una falsa expectativa para muchos”, indicó el médico.

“Ni las inyecciones ni la cirugía son atajos estéticos, ni son para todos los pacientes. Son tratamientos médicos que requieren un criterio profesional, evaluación, seguimiento multidisciplinario y compromiso por parrte del paciente. Lo importante es que las personas sepan cuáles son los límites de cada opción y tomen decisiones informadas”, concluyó.

Acerca del Dr. José Antonio Castañeda

Es un cirujano bariátrico y metabólico mexicano con más de 20 años de experiencia en el tratamiento de la obesidad. Ha ayudado a más de 15 mil pacientes a alcanzar y mantener un peso saludable a través de procedimientos bariátricos y es un defensor de los enfoques integrales y seguros en el manejo de la obesidad. Dentro de sus casos más reconocidos se encuentra el de Juan Pedro Franco, titular del récord Guinness como el hombre de mayor peso en el mundo.

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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