*El sobrepeso y la obesidad, que afectan a 7 de cada 10 adultos, se han convertido en un detonante clave de la epidemia de cardiopatías, primera causa de decesos en el país
En México, las enfermedades del corazón han mostrado un crecimiento alarmante en los últimos años. De acuerdo con datos del INEGI, en 2014 se registraron 107 mil defunciones por enfermedades del corazón, mientras que en 2024 la cifra fue de 192 mil, lo cual representa un aumento de alrededor del 80% en tan solo una década y pone en evidencia una tendencia sostenida que convierte a las cardiopatías en la principal causa de muerte en el país.
Y a nivel mundial la realidad también es crítica, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares provocan 19.8 millones de muertes anuales, lo que equivale al 32% de todas las muertes registradas.
Si bien las causas de este crecimiento son multifactoriales, estudios y especialistas coinciden en que la epidemia de obesidad es uno de los factores determinantes.
Recordemos que según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), 7.5 de cada 10 adultos en el país presentan sobrepeso u obesidad, lo que “aumenta considerablemente la probabilidad de desarrollar hipertensión, diabetes y colesterol alto, tres de los principales detonantes de infartos y otras complicaciones cardiovasculares”, explicó el doctor José Antonio Castañeda, cirujano bariátrico y metabólico con más de 20 años de experiencia.
Publicaciones de divulgación científica como The Lancet, The New England Journal of Medicine y European Heart Journal han comprobado que la obesidad incrementa de manera significativa el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca, mientras que la OMS indica que el número de adultos con obesidad en el mundo se duplicó desde 1990, y que el exceso de peso son factores de riesgo mayores para enfermedades cardiovasculares.
Hábitos y el impacto en los más jóvenes
Sin duda el deterioro de hábitos de vida un gran porcentaje de la población tiene mucho que ver.
Al respecto, el médico afirmó que “el sedentarismo, las dietas cargadas de ultraprocesados, tabaquismo, así como exceso de grasa abdominal son factores que agravan el panorama y vemos más obesidad, más hipertensión y más muertes por enfermedades del corazón y ya no solo en adultos, sino que a edades tempranas”.
Y es precisamente la obesidad infantil uno de los puntos más críticos: 1 de 3 tres niños mexicanos vive ya con exceso de peso, según la ENSANUT y casi 68.3% de los escolares entre 10 y 14 años no cumple con las recomendaciones de actividad física diaria recomendadas.
La Federación Mundial del Corazón advierte que la obesidad infantil incrementa el riesgo de desarrollar hipertensión y alteraciones en el colesterol desde la adolescencia, lo que los coloca en riesgo de enfermedad cardiovascular prematura.
Urge prevención y acción colectiva
Se estima que hasta el 80% de las muertes prematuras ocasionadas por enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir, pero para eso debemos cambiar cómo abordamos la salud.
“Acudir a revisiones periódicas de salud, medirse la presión, no deberían ser acciones solo para cuando nos enfermamos, sino para monitorear nuestra salud, porque la presión arterial elevada no da señales al principio y con atención oportuna se puede abordar de forma adecuada y evitar complicaciones de salud posteriores”, señaló Castañeda.
Mientras que en los casos en los que existe exceso de peso y un riesgo cardiovascular más elevado, el tratamiento médico cobra un papel crucial para prevenir muertes prematuras, por lo que procedimientos como la cirugía bariátrica deben ser considerados no solo para la pérdida de peso sostenida, sino también para mejoría de la presión arterial, reducción de la inflamación y disminución del riesgo de infartos. “Si logramos frenar la obesidad, reduciremos directamente los problemas cardíacos”, enfatizó el especialista.
“La prevención no puede recaer únicamente en la voluntad individual. Se requieren políticas públicas más firmes que regulen más los ultraprocesados dirigidos a niños, se promuevan alimentos saludables y fomenten espacios seguros para la actividad física. La salud del corazón de México depende de decisiones colectivas que acompañen los esfuerzos de cada familia”, puntualizó el especialista.
Foto: Archivo (Ilustrativa)

