Claudia Carrillo
En México, la Navidad no se mide por el calendario sino por los aromas que salen de la cocina. El hervor pausado de un consomé, el dulzor de la manzana, la profundidad del mole y la textura del bacalao anuncian que las mesas están por vestirse de fiesta. En Tacubaya, ese anuncio tiene una historia de casi ocho décadas y un nombre que resuena entre generaciones: La “P” de Tacubaya.
Desde 1947, este restaurante familiar ha sido refugio de celebraciones, sobremesas largas y tradiciones que se niegan a desaparecer. Fiel a ese legado, presenta su menú especial de Navidad y Año Nuevo: una propuesta generosa que honra la cocina mexicana con más de veinte opciones que invitan a compartir sin prisas.
Pavo, pierna y lomo horneados con paciencia, romeritos con mole poblano, bacalao preparado al estilo de la casa y una selección de guarniciones que evocan los recetarios de antaño puré de papa o manzana, ensaladas de nochebuena, pastas, ravioles artesanales y sopas reconfortantes conforman una experiencia pensada para reunir a la familia alrededor del sabor.

Detrás de cada platillo hay una filosofía clara: cocinar para preservar la memoria. Esa visión es guiada por el chef Adalberto Díaz Laredo, actual responsable de la cocina y heredero del espíritu que ha distinguido a La “P” de Tacubaya durante generaciones. Con una trayectoria construida a base de disciplina, creatividad y respeto absoluto por la tradición, Díaz Laredo ha sabido renovar la cocina mexicana sin despojarla de su esencia.
Reconocido dentro y fuera del país, su trabajo ha llevado a este emblemático restaurante a participar en escenarios internacionales y a recibir distinciones que celebran no solo la calidad culinaria, sino su compromiso cultural. Para él, cada receta es un acto de identidad y cada servicio, una forma de contar México a través del paladar.
Pensando en quienes desean celebrar sin complicaciones, La “P” de Tacubaya también ofrece la posibilidad de llevar la Navidad a casa. Platillos completos, salsas de frutas y chiles, rellenos tradicionales y especialidades decembrinas pueden adquirirse por paquete o a granel, manteniendo intacto el sabor que ha definido a la casa por décadas.
Porque en estas fechas no se trata solo de comer bien, sino de honrar lo que somos, La “P” de Tacubaya vuelve a encender sus fogones para que las familias hagan lo que mejor saben hacer en Navidad: reunirse, brindar y compartir historias alrededor de la mesa.
La experiencia puede disfrutarse en sus sucursales de Tacubaya, Patriotismo, Reforma y Virreyes, donde la tradición sigue viva y se sirve, como siempre, con el corazón.
Fotos: Cortesía

