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Escrituras y actas notariales previenen despojos, conflictos de propiedad y controversias sobre inmuebles

  • Fideicomisos y contratos inmobiliarios, claves para garantizar seguridad jurídica en desarrollos y transacciones de gran escala

  • Tras el sismo de 2017, la falta de títulos de propiedad complicó apoyos; notarios respaldaron con constancias para dar certeza a damnificados

Las escrituras y actas notariales funcionan como un verdadero escudo de protección frente a situaciones como un despojo de propiedad, o controversias sobre el estado de una obra, por lo que es importante fomentar una cultura de la prevención y de seguridad jurídica, pues muchos confían en que los problemas legales nunca les ocurrirán, y se trata la mejor defensa ante riesgos y conflictos futuros, señaló  Roberto Garzón Jiménez, presidente del Colegio de Notarios de la Ciudad de México.

A su vez, Mauricio Jessurun Solomou, presidente del XL Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) dijo que es evidente la colaboración entre ingenieros civiles y notarios, “cualquier tipo de proyectos -un puente, una carretera o un conjunto habitacional- no sólo debe levantarse con la capacidad técnica de la ingeniería y los recursos de los inversionistas, también requieren de la seguridad jurídica de escrituras, contratos, derechos de vía o fideicomisos”.

En ese sentido, el presidente del CICM planteó la colaboración entre ambos colegios, empezando por la capacitación conjunta. “Comprender los fundamentos técnicos de la infraestructura y de la construcción en general, al mismo tiempo que se profundiza en los aspectos legales que sostienen cualquier proyecto, permite ofrecer soluciones más integrales a las personas, las familias, los inversionistas y las instituciones”.

Roberto Garzón Jiménez destacó, que este instrumento permite decidir libremente sobre el patrimonio y deberes tras la muerte. Subrayó la importancia de elaborarlo y actualizarlo para evitar conflictos legales, trámites complejos y mayores costos, recordando que es un acto que otorga certeza jurídica a las familias.

Garzón Jiménez explicó que los fideicomisos son clave en proyectos inmobiliarios, ya que permiten estructurar la propiedad y operación de bienes, con implicaciones fiscales que deben considerarse. En la Ciudad de México, advirtió que cuando un fideicomiso tiene como fin la venta de inmuebles por parte del fiduciario, se generan impuestos, lo que hace indispensable planear jurídicamente estos contratos en desarrollos habitacionales o de infraestructura.

Por último, respecto a los contratos sobre inmuebles, el notario refirió que no solo regulan la compra o renta, sino que también determinan los derechos reales sobre los bienes, siendo el de propiedad el más importante, ya que permite usar, disfrutar y disponer del inmueble. A partir de este derecho pueden derivarse otros como hipoteca, prenda o servidumbre, herramientas estratégicas en desarrollos inmobiliarios.

Entre los contratos más relevantes se encuentran los traslativos de dominio —como compra-venta, permuta o donación—, así como los de arrendamiento, comodato, garantía, asociación o renta vitalicia. Para garantizar su efectividad y proteger los derechos de los propietarios, se recomienda inscribir todos los contratos ante el Registro Público, asegurando que sean reconocidos y respetados por terceros.

En sus comentarios, Héctor Javier Ibarrola Reyes, coordinador del Comité de Normatividad y Enlace Legislativo del CICM, señaló la importancia de que los ingenieros civiles conozcan aspectos legales básicos, así como figuras jurídicas, para prevenir conflictos en proyectos y garantizar su correcta ejecución.

El ingeniero y abogado recordó que, después del terremoto del 19 de septiembre del 2017, el gobierno de la Ciudad de México apoyó con un programa a los damnificados que tuvieron daños o que perdieron sus casas para poderlas rehabilitar o reconstruir, encontrándose que había muchos poseedores de esas viviendas que no contaban con título de propiedad y, sin embargo, con el apoyo de los notarios, se dieron constancias de posesión o una declaración notarial jurada demostrando que los poseedores tenían los elementos suficientes para demostrar su propiedad.

El Colegio de Ingenieros Civiles de México, A.C. fue constituido el 7 de marzo de 1946 por un grupo visionario y establecidos sus principios básicos, de conformidad con la Ley Reglamentaria del Artículo 5º Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones y al Código Civil para el Distrito Federal, en Materia Común y para toda la República en Materia Federal. Dicho ordenamiento establece entre sus objetivos el vigilar el ejercicio profesional, promover la expedición de leyes, reglamentos, auxiliar a la administración pública, proponer aranceles profesionales, prestar la más amplia colaboración al poder público como órgano de consulta e interlocución del Estado, colaborar en la elaboración de planes de estudio profesionales, entre otros aspectos. Visítalos en: https://cicm.org.mx/ y sigue sus redes sociales.

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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