Columnas

Otis y Acapulco: el otro Secreto de Estado. (Y los cuerpos volaron… Los cuerpos en los escombros)

Por Eloy Salmerón Díaz, Presidente del PAN en Guerrero

Las historias que se escuchan sobre la terrible noche cuando el Huracán Otis golpeó al puerto de Acapulco son muchas, por ejemplo: una que cuenta sobre un médico que sigue buscando a su esposa, a quien perdió en aquella noche triste, cuando la fuerza del viento se la arrebató de las manos, sin poder hacer nada para retenerla, y desde aquella noche la sigue buscando, sin poder dar con su paradero. 

La otra historia, es la que los vecinos narran como sucesos dramáticos, sobre lo que pasó en el edificio conocido como «La Fortaleza», donde el viento hacía volar a las personas, colchones y muebles del edificio, sin que se conozca hasta la fecha, cuantas personas murieron en realidad. Se habla de un número de 80 personas que vivían ahí, pero no hay manera de disponer de algún dato concreto sobre la identidad de esas personas. 

Del otro caso que se sabe, es lo que pasó con las personas que trabajaban en el muelle, en el Club de Yates. Según cuentan, en el mar, desaparecieron más de 150 personas, muchas laboraban ahí, y otras, estaban de vacaciones en los barcos cuando los sorprendió el huracán. 

Los testigos cuentan que escuchaban por la radio el grito de auxilio de los capitanes, pidiendo ayuda y rogando porque no los dejaran solos y que le ayudaran a salir. Ése grito de auxilio se fue apagando conforme arreciaba el golpe del huracán en el puerto. 

De lo último que se comenta, ya como un  secreto a voces, se dice que durante los trabajos de limpieza, los trabajadores han ido encontrando cuerpos inertes en los escombros ahí enterrados, situación que los ha obligado detener las acciones de remoción. De éstos hechos, cuando los trabajadores le han informado a las autoridades, han recibido la orden de  seguir con los trabajos: «la orden es retirar los escombros se ha dicho», esa ha sido la respuesta de las autoridades. 

De los casos que aquí se mencionan como anécdotas, todos merecen esclarecimiento, llegar a la verdad, porque sólo así las familias de las víctimas pueden encontrar paz en sus corazones, sabiendo que pudieron ver por última vez a sus seres queridos. 

De esas historias contadas, la última, la de los muertos que han encontrado en los escombros, es un caso gravisimo que involucra a las autoridades Estatales y Federales si se confirma y que merece cárcel, especialmente porque las autoridades obligan a los trabajadores a seguir con el retiro de los escombros, aún a sabiendas de que ahí hay seres humanos que perdieron la vida y que están siendo buscadas por sus seres queridos.

Al escuchar todas esas historias y vivencias, uno  puede llegar a la conclusión de que son  falsos los últimos datos que recientemente ha manejado el gobierno, cuando dice que sólo son 49 los muertos y 26 desaparecidos durante la tragedia; en realidad, no solo hay cientos de muertos, sino miles, tal como lo menciona Jesús Silva Herzog en su artículo: «3000 muertos en Acapulco», cuando dice: «Anda en redes un video para hacer conciente a la población sobre una mentira del Partido Morena y del presidente López.

Fue realizado por la agencia NOAA de USA, sobrevoló Acapulco y los 14 ejidos destruidos dónde nadie sobrevivió, se calculan tres mil muertos». 

Quienes hemos tenido la oportunidad de recorrer todos los días el puerto de Acapulco inmediatamente después del Huracán Otis -tan pronto hubo paso-, y hemos podido hablar con las personas en las colonias, comunidades y en la costera Miguel Alemán, hemos entendido la magnitud del  terror y la devastación provocado por el fenómeno natural, y creemos firmemente que los muertos son innumerables y que es claro que el gobierno jamás dará a conocer la verdad. 

Ahora entendemos que el terrible azote del huracán, con tanta fuerza, pudo haberse llevado todo lo que se encontró a su paso; creemos sin duda, que hay personas que fueron atrapadas en el ojo del huracán y que éste los arrastró a muchos kilómetros de distancia del puerto, y que pueden estar tirados putrefactos en los cerros, en los montes o que se los tragó el mar profundo en aquella tempestad. 

Seguramente nunca se sabrá la verdad sobre lo que realmente pasó durante el duro golpe del huracán Otis al puerto de Acapulco aquella noche. Los periodistas profesionales han publicado muchos datos de los hechos, pero también hay muchas cosas que no se conocen.

Sobre los hechos, la prensa afín al gobierno oculta o manipula la información, especialmente hace hincapié a la información que sólo al gobierno le conviene, como por ejemplo: ocultar el número real muertos, o decir, que Acapulco ya está al 100.

Lo que se ha visto en los medios, es el esfuerzo del gobierno por minimizar el tamaño del daño provocado por el huracán y sobre las terribles fallas del gobierno; pero además, han tratado inútilmente de desvincular al gobierno de su responsabilidad en la alerta que debió emitir en tiempo y en forma, para alertar a la sociedad sobre los riesgos reales del meteoro, pasando por inhibir la carga del gobierno en su responsabilidad en la atención a las víctimas durante y después del huracán. 

Sobre la verdad de los acontecimientos, seguramente con el tiempo veremos a muchos periodistas publicando evidencias fotográficas y videos sobre las terribles escenas de Acapulco, sobre todo, al amanecer del día miércoles 25 de octubre 2023. 

Sin duda falta mucho qué saber sobre las consecuencias fatales del huracán Otis, especialmente de lo que había en las calles al amanecer el día miércoles 25. Se habla sobre los muertos tirados en las calles, o de quienes aun con vida, se fueron muriendo lentamente sin poder recibir atención médica ante el abandono del gobierno. 

De las historias o sucesos que hemos escuchado, algunas cosas se irán aclarando con el tiempo y se sabrá la verdad, pero muchas, jamás se llegará a saber la verdad; por dos razones: una, porque no hay forma de llegar a esa verdad ante la falta de información y por el tiempo transcurrido; la otra, porque el gobierno jamás querrá que se sepa la verdad. Serán pues, para todos: «un secreto de Estado». 

Para terminar con el tema del huracán Otis en Acapulco, concluyo en lo siguiente:

Ayotzinapa con los 43 jóvenes estudiantes desaparecidos y Otis en Acapulco, son hechos y circunstancias totalmente diferentes, pero en los dos casos, para llegar a la verdad, son muy similares, los dos tienen al mismo actor con mucho interés involucrado: el gobierno.

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