Salud y nutrición

La obesidad reduce la eficacia de tratamientos contra el cáncer de mama

En México, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres; la obesidad agrava su incidencia, dificulta el tratamiento y reduce las probabilidades de recuperación

En nuestro país, la situación es crítica: tan solo en 2022 se registraron 23 mil 790 casos nuevos de cáncer de mama en mujeres de 20 años y más, y en 2023 se reportaron más de 8 mil defunciones por esta causa, de acuerdo con datos del INEGI y la Secretaría de Salud.

Esto convierte al cáncer de mama en el tumor maligno más frecuente y en la principal causa de muerte por cáncer en mujeres mexicanas.

Si bien se trata de un padecimiento de origen multifactorial, diversas investigaciones han identificado el exceso de peso como un factor de riesgo de importancia en el desarrollo de al menos 13 tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama.

Estudios realizados a nivel internacional, como los publicados en The Lancet Oncology han demostrado que las mujeres con obesidad tienen hasta un 20% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama tras la menopausia.

“La evidencia indica que no solo la obesidad, sino también el aumento de peso durante la adultez o después de la menopausia, puede asociarse con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Esto se explica en parte porque el tejido adiposo funciona como un órgano endocrino activo que produce estrógenos y sustancias inflamatorias relacionadas con la progresión tumoral.

En algunos casos, el exceso de grasa corporal también puede dificultar la interpretación de estudios de imagen, lo que retrasa el diagnóstico oportuno”, explicó el doctor José Antonio Castañeda, cirujano bariátrico y metabólico con más de 20 años de experiencia en el tratamiento de la obesidad.

La realidad mexicana plantea un reto mayor: 7 de cada 10 adultos vive con sobrepeso u obesidad, según la ENSANUT.

Este escenario no solo incrementa la probabilidad de aparición de cáncer de mama, sino que también influye negativamente en la evolución de la enfermedad.

Impacto en el tratamiento y en la recuperación

El exceso de peso complica de forma significativa el manejo clínico de las pacientes con cáncer de mama. Investigaciones del National Cancer Institute de Estados Unidos y de JAMA Oncology han documentado que las mujeres con obesidad presentan menor respuesta a terapias hormonales y quimioterapéuticas, además de mayores complicaciones quirúrgicas y una recuperación más lenta.

“El exceso de grasa corporal afecta cómo el organismo procesa los medicamentos oncológicos y aumenta el riesgo de complicaciones posquirúrgicas, lo que en la práctica se traduce en un pronóstico menos favorable para estas pacientes”, detalló el doctor Castañeda.

A esto se suma otro desafío en México: el 90% de los casos se detecta en etapas avanzadas, lo que limita la efectividad de los tratamientos y reduce considerablemente la supervivencia.

La reducción de factores de riesgo como prioridad

De acuerdo con la OMS, hasta el 40% de los cánceres pueden prevenirse mediante cambios en los hábitos de vida: control del peso, alimentación equilibrada, actividad física y reducción del consumo de alcohol.

“Perder peso de manera sostenible en mujeres con obesidad no es un tema estético: es una intervención clínica que puede salvar vidas. Al reducir la grasa corporal, disminuyen los niveles de inflamación y estrógenos, lo que impacta directamente en la prevención del cáncer de mama y también en la reducción del riesgo de recurrencia”, enfatizó el especialista.

En casos de obesidad severa, el especialista señaló que procedimientos médicos como la cirugía bariátrica deben considerarse no solo para mejorar la calidad de vida, sino también como estrategia para favorecer mejores resultados oncológicos y prevenir numerosas enfermedades que están estrechamente vinculadas a la masa corporal.

Conviene recordar que la prevención no puede recaer únicamente en las mujeres de manera individual.

“Se requieren políticas públicas más firmes que regulen la publicidad de alimentos ultraprocesados, fomenten el acceso a opciones saludables y garanticen espacios seguros para la actividad física. Solo con un esfuerzo colectivo podremos cambiar el rumbo de estas cifras”, concluyó el doctor Castañeda.

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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