Los reboceros y empuntadoras de esta región se caracterizan por usar seda como materia prima y por la complejidad de sus diseños.
Un colectivo que se vale de varias herramientas, disciplinas y oficios para llevar a cabo interesantes procesos creativos.
Son de origen armenio y naturalizados mexicanos desde hace más de 15 años.
Es una inmersión narrativa en el Gran Canal de la Ciudad de México.
Ubicado en el fraccionamiento Guadalupe, en la capital duranguense, atiende a alumnos de entre 6 y 15 años de edad.
Está conformada por egresados de la Escuela de Música del Estado de Hidalgo.
Una antología que será de gran compañía en estos momentos de confinamiento.
Es una tradición con 120 años de antigüedad.
Niños y jóvenes asistentes al Semillero creativo de Tlaxiaco aprenden tu’un savi a través de artes escénicas.
Están convencidos de que la base formativa para la infancia es la lectura.